Tiene 64 años, nació el 7 de marzo de 1961 en Nara, Japón, de familia modesta, padre trabajador para una empresa vinculada a Toyota y madre agente de la policía. A los 23 años se gradúa en la universidad de Kobe en Administración de Empresas y se inscribe en el Instituto Matsushita, escuela de formación de cuadros políticos. Con apenas 26 años, viaja a EU como becaria de la congresista demócrata Pat Schroeder en Colorado. De regreso a su país laboró en tv y en 1990 camina hacia la política donde ha sido 7 veces diputada, ocupó los ministerios de Asuntos Internos y Comunicación con Abe y para la Seguridad Económica.
Se trata de Sanae Takaichi, primera mujer jefa de gobierno en la historia de Japón. Acaba de pulverizar un techo de cristal de dimensiones históricas.
Desde la fundación de Japón en 660 a. de C. por el emperador Jimmu, ha dominado el gobierno de hombres durante más de 26 siglos con la excepción de 8 emperatrices en periodos muy breves entre los siglos VI y XVIII. El cargo de primer ministro existe desde 1885, y en sus 140 años ha tenido 102 titulares hombres, ninguna mujer hasta ahora: 102/1. En otras palabras, 2600 años de dominio masculino en el poder político y 140 años de gobiernos exclusivamente masculinos en la jefatura de gobierno.
Así no sorprende la amplitud de la cultura machista en Japón con el puesto 118 de 146 países en el reporte 2025 del Global Gender Gap, con tan sólo 11% de escaños femeninos en la cámara baja y 25% en la alta, frente a 35% en Alemania, 31% en Canadá, 39% en Francia y 50% en México.
En 70 años de historia del Partido Liberal Democrático (PLD) de Takaichi, jamás había sido liderado por una mujer y sólo tiene un 10% de mujeres en cargos electivos.
Laboralmente la mujer japonesa participa con 52% en la fuerza laboral frente a 71% de hombres, y el sistema de empleo por vida castiga la maternidad, por lo que sólo 14% de puestos directivos en empresas los ocupan mujeres.
En Japón es obligatorio que parejas casadas tengan un solo apellido legal; el 95% es del marido.
Casada con Taku Yamamoto en 2004, no tuvieron hijos en común. Takaichi adoptó a los 3 del primer matrimonio de él y 4 nietos. Se divorciaron 13 años después y volvieron a casarse en 2021, adoptando el apellido de ella para cumplir con la ley de apellido único.
Aficionada de joven al heavy metal, la batería y circulando en una moto Kawasaki, Sanae es una mujer conservadora que defiende valores tradicionales de familia como el apellido único.
Muy difícil fue su arribo al poder: en segunda vuelta, el 4 de octubre pasado, logra 156 de 185 votos para obtener la presidencia del PLD, y 237 de 465 (50.9%) en la Cámara de Representantes para ser designada primera ministra por ambas cámaras, apenas el 21 de octubre.
Por las condiciones políticas de su arribo como primera ministra, no creo sea prioritario el tema de género, sino una agenda “Abe-like” de estímulos fiscales, política monetaria tolerante y seguridad económica (chips, cadenas de suministro y energía nuclear). En política exterior fortalecerá la alianza con EU generando tensiones con China y Corea del Sur, sobre todo cuando procure más “near-friend shoring” con Taiwán.
Excelente oportunidad con México de entendimiento entre dos jefas (con a) de gobierno, al celebrarse 20 años del Acuerdo de Asociación Económica México-Japón (único TLC en Asia) y mejorar la balanza comercial. En 2024 Japón exportó a México 12.4 mil millones de dólares e importó 5.93 mil millones. Aprovechemos “nearshoring” y diversificación comercial frente a los aranceles de Trump, con las armadoras japonesas reconfigurando flujos y origen de partes en la industria automotriz y autopartes, maquinaria y electrónica, convirtiendo a México en la plataforma preferente de la inversión japonesa en América del Norte.
Por la relación México-Japón, aplaudamos la llegada de Sanae Takaichi a la jefatura de gobierno en Japón y no cometamos el error de haber desconocido el Nobel a otra gran mujer, Corina Machado, insigne luchadora por la democracia en Venezuela, que, como dijo el presidente del comité noruego, es la primera condición de la paz.
Docente/investigador de la UNAM






