El problema histórico de Rusia pasa por su vulnerabilidad geopolítica. Desde la costa del Atlántico de Francia hasta Moscú se extiende una planicie conocida como la Gran Llanura Europea. Esta planicie atraviesa Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Polonia, se ensancha hacia Ucrania y Belarús y finalmente llega a Moscú. En términos militares esa planicie significa una ruta de acceso fácil para los ejércitos a la capital rusa. Los tanques y efectivos enemigos pueden acceder a Moscú sin obstáculos geográficos relevantes. La geopolítica no lo explica todo, pero sin considerarla no se entiende nada.

La Gran Llanura Europea atormenta a los rusos constantemente. Fue por ahí que Napoleón atacó Rusia , fue por ahí que Hitler llegó a Moscú. En ese sentido hay dos territorios que son fundamentales para Rusia, Polonia y Ucrania. En Polonia la llanura llega a su nivel más estrecho, cualquier ejército que quiera invadir desde Europa occidental o el Atlántico tiene que pasar por este estrecho de menos de 500 kilómetros de ancho. Un estrecho que hoy controla la OTAN. Existe otro camino, una vez pasando Polonia la llanura se ensancha espectacularmente hacía Ucrania y de 500km pasa a los 3,000km. Si un ejército enemigo logra poner bases y elementos en Ucrania, todos los caminos llevan directo y en planito a Moscú. https://en.wikipedia.org/wiki/European_Plain

Esta debilidad geográfica aterra a Rusia. Por ello intenta controlar este territorio o poner una zona de amortiguamiento entre sus enemigos y su capital. Esto es fundamental; en el pasado la llanura permitió a ejércitos enemigos atacar Moscú, pero fue la profundidad del territorio lo que salvó a Rusia. Sin Ucrania, esa profundidad no existe.

La historia no se concibe de buenos y malos sino de intereses y los conflictos entre ellos. A Rusia le interesa protegerse de la OTAN y extender su zona de influencia en la región. A la OTAN le interesa bloquear a Rusia y ganar poder en su zona de influencia. A los países que circunnavegan a Rusia les interesa proteger su endeble soberanía de Moscú . Todo es un fino balance. Durante muchos años, la OTAN aprovechó la debilidad del Kremlin para avanzar sus intereses y fue poco a poco rodeando y asfixiando a Moscú. En la última década el cinturón de enemigos rusos se fue acercando a sus fronteras. Hoy, en diferentes grados, la OTAN se ha extendido a Estonia, Latvia, Lituania, Polonia, Hungría, Rumanía y Bulgaria. Donde los intereses de la OTAN han triunfado, los intereses rusos han sido derrotados. Esto no justifica la invasión rusa, pero la explica en parte.

Dentro de este asedio hay un territorio que es innegociable para Rusia: Ucrania. Si la OTAN llegara a Ucrania, Moscú queda expuesta. Para Rusia, Ucrania es un punto clave por cuatro razones: a) es su zona de amortiguamiento más estratégica con respecto a la OTAN y sus enemigos. b) es el acceso de su influencia al Cáucaso. c) Es su acceso a puertos de agua cálida y con ello su único acceso permanente al mar y d) es una zona clave en cuanto a recursos minerales y el paso de recursos energéticos a Europa occidental.

En los últimos años Ucrania ha buscado incorporarse a la Unión Europea, lo cuál sería el primer paso para un acercamiento con la OTAN. Para Ucrania y EUA el acercamiento con la Unión Europea es un instrumento para salvaguardar su soberanía ante Moscú, pero para Moscú ese acercamiento es simplemente inaceptable. Para Rusia una Ucrania en la OTAN, sería como para EUA tener bases militares rusas en México, solo que la frontera ucraniana está cinco veces más cerca de Moscú que la frontera mexicana de Washington, y en el caso europeo no hay barreras naturales entre una y otra.

Las acciones de Rusia al invadir Ucrania son aberrantes y deben ser condenadas por México porque van en contra del mundo pacifico que la comunidad internacional ha querido construir. No hay duda tampoco de que Putin utiliza las excusas geopolíticas para otros fines. Sin embargo, entender la política internacional desde un punto de vista moralino es inútil. Cada potencia tiene sus intereses, y cada potencia busca avanzarlos cuando se siente amenazado o ve una ventana de oportunidad. Este caso es una combinación de ambas, Rusia se siente asediado y al mismo tiempo entiende la debilidad de occidente que le permite una ventana de oportunidad para actuar sin repercusiones intransitables.

Por el momento, el escenario es de alta volatilidad. Mientras que Rusia se quede en Ucrania , la OTAN y Estados Unidos no intervendrán militarmente. Eso lo sabe Rusia y lo aprovecha. Las sanciones no lo detendrán. Los objetivos de Rusia van de acuerdo a sus intereses: Rusia intentará quedarse con los territorios separatistas de Ucrania, el acceso a los puertos de agua cálida e imponer un gobierno pro-ruso en Kiev . Sin embargo, una vez comenzada la invasión los márgenes de error son muy finos, y lo estratégico puede convertirse rápidamente en lo improvisado y el conflicto puede escalar.

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