El miércoles pasado hice lo que una gran parte del mundo Occidental y vi por televisión uno de los espectáculos más esperados de las últimas fechas: la toma de posesión de Joe Biden y Kamala Harris en Washington. Como en primera fila y sin necesidad de abrigo, pero en ascuas, hice acto de presencia desde la aparición de Joe y la Dra. Biden hasta la despedida sin fanfarria de Mike Pence y su esposa. Tomando en cuenta los sucesos recientes en el Capitolio y aunque posiblemente con más personal de seguridad que banderas en el césped, no pude evitar un sentimiento de calamidad inminente durante toda la transmisión.

Yo me atrevería a decir que todo salió a la perfección. Lo que se hizo, lo que se dijo, la actitud de los invitados. Creo que la más emocionada de todos fue Lady Gaga, la encargada del Himno, quien se veía bellísima con el pelo recogido. J Lo lo hizo también muy bien, como siempre, aunque su modelito de pantalón con camisa de moño y al cuello con abrigo blanco no me gusto. Por supuesto ya salieron las críticas por haber sido ella quien canto “This Land is Your Land” y no una persona nativ@americana. Nunca falta. De quien no se ha dicho nada es de Garth Brooks, el tercero en la lista de actuaciones musicales, quien rompió con reglas de protocolo y Covid al acercarse a saludar a Obama, Clinton y Bush con abrazos, besos y, cero distancia. ¿Y qué tal Amanda Gorman? Sin ser fan de la poesía esta chica me cautivo con su manera de expresarse, brillante, como su abrigo.

La estrella de la inauguración fue indudablemente Bernie Sanders. Allí sentadito en silla desplegable, con su chamarra de siempre, su clásica pose de brazos y piernas cruzadas y sus guantes ecológicos regalo de la maestra Jen Ellis, de Vermont, el senador nunca pensó convertirse nuevamente en el rey del meme, y menos poder sacar provecho de ello. Desde ayer están a la venta sudaderas con esa misma foto por $45USD y el 100% de las ventas van directamente a Meals on Wheels, un al programa de comidas para gente de pocos recursos.

Los caballeros se veían de lo más distinguidos, y las damas elegantes y empoderadas. Aun así y en quedito, ¿qué decir de la curiosa coincidencia del atuendo de Kamala Harris y Lisa Simpson? De lo más misterioso. Las premociones de Matt Groening y su equipo se han vuelto de temer. Según leí por allí, la vicepresidenta busco que el color morado reflejara la armonía que se puede lograr a través de la unión del azul (demócrata) y el rojo (republicano) mientras que el collar es de sus favoritos. Hasta eso tiene que explicar. Y este es el principio: No solamente es la primera mujer en ocupar la vicepresidencia sino también la primera afroamericana y la primera hindú americana. Me pregunto cuántas veces se le dará más importancia al tamaño del tacón de sus zapatos que a lo que dice o hace. Que difícil.

Del otro hombrecillo, del que se fue, no tengo nada bueno que decir. No vi su inauguración. No vi su despedida. Al principio de su presidencia todavía aguantaba yo verle la cara, pero llego el momento en que no pude más y cerraba los ojos para no tener que hacerlo. Y así con todo lo referente a él y su familia. Lo que si vi fue su llegada a Florida y la actitud de Melania quien sin más ni más se siguió derecho mientras su marido se detenía a saludar a la prensa. Todo indica que después de cuatro años de disimulo ya se hartó. La que le espera.

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