En tiempos recientes han surgido grupos de analistas políticos que opinan sobre la cuestión político religiosa de México, América Latina y los Estados Unidos. Podemos identificar dos grandes tendencias: en el caso mexicano y latinoamericano presenciamos la aparición de ensayistas que tienden a grandes generalizaciones sobre el comportamiento político de los no católicos, quienes resultan incluidos en una macro categoría que alarma por su imprecisión y termina en una serie de generalizaciones de escasa o nula utilidad analítica.
El estudio del comportamiento electoral de los diferentes segmentos étnicos, religiosos, culturales, de género y etarios de la sociedad norteamericana nos ofrecen una perspectiva analítica que debemos estudiar cuidadosamente para desarrollar una estrategia de investigación que amplíe el conocimiento de la sociedad mexicana y latinoamericana. En esta perspectiva y para efectos comparativos analizaremos las encuestas aplicadas por el Public Religion Research Institute (PRRI). Lo más notable es la identificación de un profundo cambio cultural, de valores y actitudes en las nuevas generaciones y al interior de las mismas iglesias, que nos lleva a revisar un conjunto de dogmas analíticos, lugares comunes y estereotipos.
https://www.prri.org/research/more-than-half-of-americans-view-biden-favorably-as-trump-hits-historic-lows/
Es interesante mencionar que las categorías que emplea están aceptadas en los medios académicos de ese país y son empleados como puntos de referencia para un análisis del comportamiento esperado. La primera cuestión es que los protestantes son divididos entre evangelicals y no evangelicals, se considera en esta dicotomía a quienes aplican una lectura fundamentalista del texto bíblico frente a quienes proponen una actualización cultural e histórica de las enseñanzas cristianas. Esta información es cruzada con variables étnico-raciales propias de Estados Unidos como blancos, afros, asiáticos e hispanos. Se definen otras religiones no protestantes como católicos, Testigos de Jehová, Mormones, cristianos ortodoxos, judíos, musulmanes, budistas, indúes, unitarios universalistas, Nueva Era, otras y ninguna afiliación. Los católicos son divididos en blancos, no blancos e hispanos. Se vuelve a cruzar la información con edad, género y estado civil. También se analizan variables regionales a nivel de Estado. Las configuraciones regionales tienen importantes connotaciones históricas y culturales. El análisis de estos datos nos permite entender la derrota de Trump y la actitud de un sector radical de los blancos, anglosajones y protestantes (WASP en inglés) quienes se resisten a reconocer su desplazamiento de los espacios de hegemonía política que han tenido hasta la actualidad.
Los fundamentalistas cristianos son quienes apoyan todavía a Trump (62%), los católicos blancos bajaron a 39% y los protestantes no fundamentalistas lo apoyan en un 41%, proyectados a la población en general representan un 31%, que le son favorables. A la vez que tiene un alto porcentaje de rechazo, el 67%.
Biden por lo contrario tiene un 55% de aceptación y un 43% de rechazo. Este apoyo está dividido entre el 89% de los demócratas, 51% de independientes y sólo 15% de los republicanos, pero el respaldo está en un segmento de los católicos blancos, la mitad de los latinos, protestantes de color (afros y asiáticos). Biden se confrontó con los grupos de poder de las iglesias más conservadores planteando el respaldo a las posiciones de apoyo al aborto y a los derechos de la comunidad LGTBQ , esto coincidió con un cambio en los sistemas de valores estadounidenses y le garantizó el triunfo. No por casualidad clérigos de las iglesias incluyentes de la diversidad sexual participaron del tradicional evento religioso que sigue a la toma de posesión de la presidencia Biden.
Simultáneamente la población de los Estados Unidos se opone a la discriminación en los servicios sociales y públicos basada en razones religiosas o de preferencias sexuales en cifras aún mayores, esto nos permite comprender el aislamiento político de Trump al hacer énfasis en las consignas pro-vida y antiderechos.
https://www.prri.org/research/emerging-consensus-on-lgbt-issues-findings-from-the-2017-american-values-atlas/
La información y el empleo de los sistemas de valores y las pautas religiosas de comportamiento son importantes para identificar tendencias en el comportamiento político. Habrá quienes tengan la “tentación” de aplicar mecánicamente estas variables a la realidad mexicana y latinoamericana. Están a la vista las diferencias económicas, sociales políticos, histórico, culturales y religiosas. La tarea consistirá en la definición de variables analíticas operativas y congruentes con nuestras propias realidades.