Nos cuentan que legisladores locales y federales de Movimiento Ciudadano anunciaron foros y encuentros con expertos y académicos con la finalidad de presentar en el Congreso de la Unión iniciativas para robustecer la reforma política de la Ciudad de México. Nos indican que la senadora Alejandra Barrales detalló que estos encuentros buscarán impulsar propuestas para equiparar a las alcaldías con los municipios, darles autonomía presupuestal y dividir las demarcaciones, todo esto para una mejor atención ciudadana. Nos dicen que los legisladores federales, comandados por doña Alejandra, empiezan a hacer presencia en la Ciudad con miras a 2027, cuando buscarán ganar diputaciones e incluso, dicen, una alcaldía. Habrá que ver.
El PRD en la CDMX sí está vivo y con una sola dirigente
Nos comentan que el PRD-CDMX, que obtuvo el registro como partido político local, no tiene una mesa directiva que conduzca los trabajos, sino que hay una sola dirigencia que encabeza Nora Arias como presidenta e Isidro Corro como secretario general. Nos aseguran que la mesa directiva, integrada por Karla López Celis, Sergio Iván Galindo, Polimnia Romana, Luz del Carmen Rocha y Rocío Sánchez —como ayer publicamos en este espacio—, sí están inscritos, por orden de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pero en lo que era la Dirección Estatal Ejecutiva del extinto PRD, el que perdió el registro. Nos hacen esta aclaración para que no haya confusión entre la militancia.
Política ambiental corregida
La reciente resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación representa un golpe a la política ambiental del Estado de México, al invalidar el programa de contingencias del Valle de Toluca y Santiago Tianguistengo por permitir niveles excesivos de contaminantes antes de actuar. La sentencia no sólo corrige una omisión técnica, sino que subraya una violación al derecho humano a un medio ambiente sano. La Secretaría de Medio Ambiente, encabezada por Alhely Rubio, debe asumir esta llamada de atención con responsabilidad y reformular una estrategia que priorice la salud pública por encima de la comodidad regulatoria. Ahora, nos señalan, tiene la oportunidad de construir un nuevo programa de contingencias que esté alineado con las normas federales y con los estándares mínimos de protección ambiental.