Por Gilberto Olavarrieta Treviño y Carlos Rodríguez Maillard

La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una capacidad esencial en el entorno empresarial. Constantemente surgen nuevas aplicaciones que modifican la forma en que operamos, tomamos decisiones y competimos. Algunas pueden ser un hype (moda pasajera) y muchas organizaciones se sienten presionadas a integrarlas por el temor a quedarse atrás (el conocido FOMO -Fear of Missing Out). Para discernir las propuestas que pueden ser de valor para la empresa, la pregunta que los equipos directivos deben hacerse no es "¿cómo implementar la IA?", sino "¿está la empresa preparada para aprovecharla de manera estratégica y sostenible?".

El riesgo de adoptar sin preparación

Distintas investigaciones coinciden en que más del 70% de los proyectos de IA fracasan o no alcanzan sus objetivos, una cifra alarmantemente similar a la de los proyectos de transformación digital. En la mayoría de los casos, el problema no radica en la tecnología, sino en la falta de preparación organizacional: datos mal estructurados, procesos poco definidos, talento no capacitado y ausencia de un enfoque estratégico.

Antes de embarcarse en una iniciativa de IA, las empresas deben realizar una evaluación. Hacerse las siguientes preguntas previas puede facilitar una adopción efectiva de la IA.

  1. Definir el problema de negocio: La IA no es un fin en sí mismo, sino un medio para resolver retos concretos. ¿Se busca optimizar la eficiencia operativa, mejorar la toma de decisiones basada en datos o innovar en productos, servicios o modelos de negocio? Clarificar el objetivo es el primer paso para alinear expectativas y recursos.
  2. Evaluar capacidades tecnológicas y humanas: Contar con datos disponibles no es suficiente. ¿Están los datos limpios, estructurados y son accesibles? ¿Se cuenta con un equipo que comprende los riesgos y oportunidades de la IA? ¿La arquitectura tecnológica de la empresa permite escalar soluciones? Una autoevaluación honesta es clave para cerrar brechas antes de comenzar.
  3. Revisar las políticas de protección de datos y ciberseguridad: La IA exige el uso intensivo de información, y con ello vienen responsabilidades. ¿Cómo se gestiona la privacidad de los datos? ¿Hay lineamientos claros sobre propiedad intelectual, copyright o uso ético de la IA? Las áreas legales y de tecnología deben trabajar juntas para establecer marcos normativos ágiles y robustos.
  4.  Establecer indicadores claros de éxito: Sin métricas, no hay progreso. ¿Se cuenta con casos de uso bien definidos? ¿Se han establecido KPI que midan el impacto de la IA en eficiencia, ingresos o experiencia del cliente? ¿Cómo se evalúa la innovación? La medición rigurosa es esencial para justificar la inversión y escalar las iniciativas exitosas.

Retos ineludibles de la adopción

Más allá de la tecnología, el éxito en la implementación de la IA depende en gran medida de la cultura organizacional. Los desafíos que los líderes deben abordar de forma prioritaria son la gobernanza, la ética y la privacidad; la capacitación y democratización del conocimiento; y la gestión del cambio.

La IA debe operar bajo principios claros de responsabilidad. En este sentido, es imprescindible contar con marcos éticos internos que aseguren un uso justo, transparente y no discriminatorio de los datos y algoritmos. Solo así se podrá generar confianza y sostenibilidad en su aplicación.

En paralelo, se requiere avanzar en la capacitación y democratización del conocimiento. La IA no debe ser exclusiva de los equipos técnicos. Se requiere una inversión decidida en formación a lo largo de toda la organización, desde alta dirección hasta áreas operativas. La comprensión de la IA debe ser parte del ADN empresarial, permitiendo que cada persona, sin importar su rol, pueda interactuar de forma efectiva con esta tecnología.

Ahora bien, no basta con conocimiento técnico: también es clave la gestión del cambio. Toda transformación genera resistencia. El miedo al reemplazo o la incertidumbre sobre los nuevos roles puede frenar el avance. Por ello, las estrategias de change management deben acompañar cualquier proyecto de IA desde su concepción.

Una nueva visión tecnológica y organizacional

La IA ya no es opcional. Las empresas que no la integren estratégicamente corren el riesgo de quedar rezagadas en un mercado cada vez más dinámico y competitivo. Es momento de repensar las estructuras organizacionales, actualizar las descripciones de puesto e incorporar competencias digitales como parte del perfil de todos los colaboradores. Desde recursos humanos hasta tecnología, desde operaciones hasta legal, todos los departamentos deben alinear esfuerzos para que la adopción de IA sea segura, efectiva y generadora de valor.

La inteligencia artificial tiene el potencial de redefinir modelos de negocio, generar ventajas competitivas y transformar radicalmente la forma de operar de las organizaciones. Una profunda preparación organizacional, cultural y estratégica es tan esencial como dominar las herramientas tecnológicas. Solo las empresas que entiendan esta nueva visión organizacional y se preparen adecuadamente podrán liderar en el nuevo entorno competitivo.

Dr. Gilberto Olavarrieta Treviño, profesor de Inteligencia de Negocios de EGADE Business SchoolDr. Carlos Rodríguez Maillard, profesor de Cátedra de EGADE Business School

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