El sexenio de AMLO termina el próximo 30 de septiembre, por lo que esta será mi última columna durante su gestión. En este sentido, el informe de la OCDE Education at a Glance 2024 (Panorama Educativo) me cae como “anillo al dedo”, toda vez que se trata de una publicación actualizada con información que proporciona cada uno de los países participantes sobre su sistema educativo. Adicionalmente, esta organización internacional publica una síntesis de cada país, en el que los compara consigo mismos a lo largo del tiempo y con los demás países participantes. Algunos resultados de México se describen a continuación:

Adultos con Educación Media Superior (EMS). Los adultos que no completan la Educación Media Superior (EMS) tienen un riesgo considerable de enfrentar dificultades sociales y laborales a lo largo de su vida. Reducir la proporción de jóvenes adultos (de 25 a 34 años) sin este nivel educativo ha sido una prioridad en muchas naciones, por lo dicho indicador ha disminuido entre 2016 y 2023 en la mayoría de los países de la OCDE. Aunque México ha mejorado al respecto, aún cuenta con un 42% de jóvenes adultos que no han concluido la educación obligatoria, situándolo en el último lugar (junto con Sudáfrica) y muy por debajo de Corea, cuyo porcentaje se acerca a 0%. En comparación con otros países latinoamericanos, México se encuentra por debajo de Costa Rica, Brasil, Colombia y Perú.

Acceso y participación. En promedio, 68% de los jóvenes mexicanos entre 15 y 19 años está dentro del sistema educativo, pero en Chiapas solo el 55% de ellos está matriculado. Aunque en el país, las tasas de reprobación en primaria y en secundaria son más bajas que en los demás países, este no es el caso para el nivel de EMS, donde 10.6% de los estudiantes nacionales repiten algún grado escolar, en comparación con el 3.2% de los estudiantes internacionales. Progresivamente, el sector privado ha tenido mayor presencia en la educación superior, ya que la proporción de estudiantes graduados de instituciones privadas ha crecido en 3 puntos porcentuales de 2013 a 2022. Entre los países de la OCDE, 63% de los estudiantes que se graduaron de la educación superior lo hicieron en instituciones públicas y 37% en privadas. Por su parte, en México la proporción de graduados de instituciones privadas aumentó desproporcionadamente (en el periodo de tiempo) de 36% a 57%.

Inversión y financiamiento. En México, el gasto anual promedio por estudiante de todos los niveles educativos ―incluyendo la investigación científica― es de $3 513 dólares; cantidad que contrasta con los $14 209 dólares de los países de la OCDE. México invierte el 4.2% de su producto interno bruto (PIB) en el sector educativo (incluyendo la investigación científica), cifra que es inferior al promedio del resto de los países, que es de 4.9%. Mientras que en la mayoría de estos países el gasto educativo como producto de PIB se ha mantenido estable a lo largo del tiempo, en México el gasto educativo disminuyó en casi un punto porcentual del PIB (de 5.1% al 4.2%). La inversión educativa por estudiante del país se encuentra en el último lugar de la OCDE: por debajo de Chile (nuestro referente latinoamericano), que invierte casi el doble, y muy por debajo de Dinamarca (país con el que a AMLO le gusta comparase), que invierte cinco veces más que México. En el país, de 2015 a 2021, la inversión pública en educación infantil con relación al PIB ha disminuido 18%; contrario a lo sucedido en el resto de las naciones, que ha aumentado en promedio 9%. En México el 87% del gasto total de las escuelas primarias procede de fuentes públicas, cifra por debajo del promedio de la OCDE que asciende a 93%; asimismo, las escuelas privadas gastan más por alumno que las escuelas públicas, lo contrario de lo que sucede en las demás naciones. Finalmente, los docentes de primaria de los países de la OCDE atienden a 14 alumnos, los de secundaria y de EMS a 13. En México, las cifras correspondientes: son 24, 30 y 21. Sin embargo, los sueldos de los profesores mexicanos son 23% inferiores que el promedio de los demás países.

En síntesis, el panorama educativo de México (según la OCDE) no es bueno: a) 4 de 6 jóvenes adultos no cuentan con el nivel de EMS, b) 1 de 3 jóvenes está fuera del sistema educativo, c) 6 de 10 egresados de educación superior proviene del sector privado, d) la inversión en educación ha disminuido, e) se ha invertido menos en educación infantil, f) en primaria, la educación privada invierte más por estudiante que el sector público y g) el número de alumnos que tiene que atender un docente mexicano es casi del doble que sus contrapartes internacionales, aunque su salario es una cuarta parte menor. Estas cifras evidencian que, para el gobierno de AMLO, nunca fue una prioridad mejorar la educación del país; por el contrario, dejó que se cayera a pedazos.

Presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa, A.C.

@EduardoBackhoff

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