El tema educativo en México está en primera plana de los medios de comunicación, debido al paro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y a las manifestaciones que han perturbado la vida de la CDMX: desde el Palacio Nacional, el Aeropuerto Internacional, hasta las instalaciones del INE. La CNTE está enojada porque no han sido satisfechas sus demandas: incremento salarial del 100% a los docentes de educación básica (y no del 9%), derogación de la reforma del ISSSTE de 2007 y derogación de la reforma educativa de 2019 (de AMLO).

En este contexto vale la pena conocer el Informe mundial sobre personal docente, elaborado por la UNESCO (2024), que examina los principales desafíos y oportunidades relacionados con esta profesión. El documento destaca: 1) una escasez de docentes calificados (44 millones), especialmente en África Subsahariana y Asia Meridional, que amenaza el acceso universal a una educación básica de calidad, 2) condiciones laborales inadecuadas, con salarios bajos, contratos inestables y sobrecarga de trabajo, lo que contribuye a la deserción de los docentes, 3) inadecuada e insuficiente formación inicial y continua que no responden a las necesidades del siglo XXI, como el uso de la tecnología y 4) inequidad de género, ya que las mujeres constituyen la mayoría del profesorado en primaria, pero están subrepresentadas en niveles superiores y en puestos directivos. El informe aboga por lograr una educación de calidad, por lo que sugiere: implementar mecanismos eficaces de contratación y retención de profesores, permitir su participación real en la toma de decisiones educativas e incrementar la inversión en educación.

El informe de la UNESCO hace varias menciones específicas a México, entre las que destacan: 1) la regularización de cerca de 800 mil plazas docentes (especialmente en el nivel de secundaria), que busca mejorar su estabilidad laboral y fortalecer su profesionalización, 2) los altos sueldos que reciben los docentes en comparación con profesionistas con cualificaciones similares, donde destacan los profesores de bachillerato que ganan más del doble que sus pares, 3) la insatisfacción laboral de los docentes que trabajan con poblaciones marginadas y en condiciones de pobreza, que se traduce en el deseo de cambiar de profesión y 4) la falta de una buena formación inicial y continua, que se adapte a los nuevos retos educativos del siglo XXI. En síntesis, México comparte muchos de los retos estructurales que afectan a los docentes a nivel global, aunque con matices propios según el contexto nacional.

Volviendo al tema del paro laboral de la CNTE, es importante señalar que esta movilización ha dejado sin clases a cerca de 1.2 millones de niños y jóvenes de educación básica, en aquellos estados en donde tiene mayor fuerza: Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Zacatecas. Al respecto, llama la atención cuatro cosas: 1) la exigencia del sindicato de incrementar su salario en 100%, que no se justifica con lo documentado por la UNESCO, 2) la insistencia por derogar la reforma de ISSSTE de 2007, lo que implicaría una erogación gigantesca de recursos que el gobierno de la 4T no está dispuesto a otorgar, 3) la insistencia de solo querer negociar con la presidenta (lo que recuerda a la Mtra. Gordillo), 4) la exigencia de derogar la reforma educativa de AMLO, cuando ésta se formuló con base en muchos de sus planteamientos político e ideológicos (con orientación marxista). Finalmente, es curioso que un sindicato, siendo una organización privada, quiera usurpar la función del Estado al tratar de imponer un modelo pedagógico en el país, cuando su única atribución es la de defender laboralmente a sus agremiados; ello es equivalente a que el sindicato de PEMEX o de la CFE le exigieran a las paraestatales cambiar su modo de producción, operación y comercialización por uno de su agrado.

Sin embargo, a pesar de estas contradicciones, la CNTE es una maquinaria de exigencia cuyos métodos agresivos y persistentes le han dado muy buenos resultados en los último 35 años. Quizás, el mayor de todos fue el control absoluto que tuvo (hasta el 2015) del anterior Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), gracias a los “pactos” suscritos con diversos gobernadores, que le permitieron administrar cerca de 80 mil plazas de docentes, directores, supervisores y administradores, así como cerca de 18 mil millones de pesos anuales. Con el empoderamiento que les otorgó AMLO, su fuerza ha crecido, y sabe perfectamente dónde y cuándo presionar al gobierno. Las elecciones de jueces y magistrados del próximo domingo juegan a su favor. La CNTE no tiene amigos ni aliados; tiene intereses.

Presidente de Métrica Educativa, A.C.

@EduardoBackhoff

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios