La agresión armada de Rusia a Ucrania tiene consecuencias económicas que todavía el mundo no alcanza a dimensionar. Bolsas volátiles en el subibaja, materias primas en brutal alza, metales disparados, estímulos mundiales a la inflación ya de por sí alta y precios del petróleo en techos no vistos en décadas, son los primeros botones de muestra.
Sin embargo, en el terreno deportivo no se ha medido con todos sus alcances y representa hoy en día para Rusia pérdidas o minusvalías que rondan conservadoramente 3,200 millones de dólares.
Cancelaciones no vistas antes, rechazos a la participación Rusa en diversos deportes y retiros masivos de patrocinios en varias disciplinas deportivas, se configuran cuando no se ha cumplido la primera quincena del abordaje militar que Vladimir Putin ordenó sobre Ucrania.
Quizá el tema más notorio, por el monto de la operación, es el referente al importante equipo Chelsea, de la Premier League Británica. Tercer lugar de la tabla del que se considera el futbol de mejor nivel que se juega en el mundo, este equipo es propiedad desde el 2003 del empresario ruso Roman Abramovich, considerado uno de los 20 hombres más ricos de la Rusia de Putin.
Abramovich vive en Londres y ante las expresiones de rechazo que ha levantado como galopes de caballos la acción militar de Putin, por la nacionalidad del propietario de un equipo tan notorio de la Pérfida Albión, el empresario ya dijo públicamente que está dispuesto a vender al equipo.
Una valuación somera de diversas cotizaciones deportivas que están resultando afectadas por la campaña Rusa en Ucrania la ha hecho en principio la firma KPMG, que es una red global de servicios de auditoría y asesoría financiera con operaciones en más de 150 países.
Junto con Ernst &Young, Deloitte y PwC, este consorcio integra los cuatro gigantes mundiales de la asesoría fiscal y legal.
Esta consultora ha valuado al Club Chelsea en 2,115 millones de dólares, que alguien debe poner sobre la mesa para arrebatarle de sus Rusas manos a Abramovich al Chelsea. Antes que se le compliquen más las cosas, el magnate salió a decir que vende al equipo azul de la Liga Premier Inglesa.
Y tratándose de equipos notorios de Inglaterra, el Manchester United, líder de la tabla en la Isla Británica hizo pública apenas el Jueves su decisión de retirar de su camiseta el patrocino de Aeroflot, la aerolínea de bandera de la Federación Rusa. Es una cancelación equivalente a 53 millones de dólares que no recibirá la empresa.
Otro equipo menos notorio pues anda por debajo de media tabla en la Liga, algo así como el lugar 17, anunció poco después de media semana que suspende toda relación financiera que hasta ese día tenía con otro Ruso superrico y avecindado también el Londres.
Everton rechazó el patrocinio que tenía con Alisher Usmanov, lo que redondea el monto de 40 millones de dólares anuales, calculado también por KPMG.
Para no salirnos del balón, también la marca alemana de materiales deportivos Adidas anunció que retira su patrocinio en la camiseta de la Selección Rusa de futbol soccer. Y no es que ocupen ahora un sitio muy notorio en el conjunto mundial, pero la camiseta roja de Rusia siempre impone cuidado a todos sus rivales. Esta ruptura implica unos 650 millones de dólares.
Entre los organismos globales de organización de clubes, genéricamente la Federación Internacional de Futbol FIFA, y particularmente la Unión Europea de Futbol Asociación UEFA, han anunciado que no recibirán en sus diversas competiciones a ningún equipo de Rusia.
Eso incluye los juegos clasificatorios para la próxima copa del mundo en el Estado de Qatar, así como todos los juegos de la copa europea UEFA. Apenas hace unos días el equipo Ruso Zenit estuvo jugando en Sevilla, en el estadio Benito Villamarín, contra el superandaluz equipo Betiz. Pues ese partido y cualquiera que hubiese estado programado con equipos Rusos han sido anulados por la UEFA.
En este mismo terreno de los costos deportivos, en fecha muy próxima se habría de jugar en el Gazprom Arena de San Petersburgo la final de la competición más famosa entre los más prestigiados equipos de Europa: la Champions League, la liga de campeones de Europa.
Pues la FIFA cambió la sede a ese partido, lo cual le va a dejar de ingresar a Rusia algo así como 66 millones de dólares. Ese partido será en el espléndido Parque de los Príncipes de París.
Según las mismas estimaciones, los premios que equipos Rusos no recibirán por no participar en la Liga de Campeones de Europa es de unos 30 millones de dólares y si se refiere a todas las competiciones de la Liga de Europa se le sumarán 7,2 millones de dólares.
Dentro de lo mismo, la empresa canadiense basada en Vancouver, EA Sports, productora del más extendido videojuego conocido como Fifa Futbol, anunció apenas el Jueves que sacará en la versión que hoy circula del juego a cuatro equipos Rusos que participaban en la competencia electrónica. Hay que decir que el Fifa Futbol vendió el año pasado 23 millones de copias y que la versión de este año ya va en 25 millones. Pues ni un dólar a los equipos Rusos.
Vinculada con el balón, la empresa estatal de gas Rusa Gazprom, gigante gasero que podría estar surtiendo el 40% del gas que calienta los hogares europeos y les permite preparar sus alimentos.
Es tal su poderío económico que extiende prolijamente patrocinios deportivos a múltiples equipos y hasta de varias disciplinas. Tiene 456 mil empleados, vende productos por 164 mil millones de dólares anuales, lo que da una idea de sus dimensiones industriales. Está basada en San Petersburgo.
Pues la UEFA y la liga europea de basquetbol han rechazado ya patrocinios de la supergasera por casi 89 millones de dólares anuales.
En temas del balón el tema ya llegó a Alemania con el equipo centenario Shalke 04, que rompió un contrato de patrocinio con Gazprom por 10 millones de dólares anuales y el acuerdo estaba firmado hasta 2025.
Un dato curioso es que el Shalke 04 juega en la segunda división germana y ya tenía el compromiso de Gazprom de elevar el patrocinio hasta 15 millones de dólares anuales si ascendían a la primera división de la Bundesliga. El nombre Gazprom ha desaparecido de la camiseta del equipo que es archirrival del Borussia Dortmund.
En el terreno petrolero, Rusia tiene a las empresas Kosnetft y Lukoil (en Siberia), que lideran en el mundo de la producción de petróleo.
EL VOLANTE TAMBIÉN CASTIGA.
El llamado deporte motor en todas sus divisiones también se distanció en actitud de rechazo a los misiles y tanques que aplastan arteramente a Ucrania.
La Federación Internacional de Automovilismo rechazó la participación de Rusia en todas sus categorías. Corredores Rusos podrán participar pero si llegaran a triunfar en alguna carrera, no podrán exhibir su bandera ni se escuchará el himno de su país.
Y para pegarles en el bolsillo, la Fórmula Uno tenía anunciado para Septiembre que se corriera una de las fechas del Serial en la Ciudad de Sochi, complejo veraniego Ruso del Mar Negro. Pues la Gran Carpa de la F1 ya anunció la cancelación de esta fecha, lo que comporta unos 150 millones de dólares que no caerán en arcas Rusas.
Otra manifestación de esto mismo es el caso del joven corredor Ruso de la Escudería Haas, Nikita Dimitrievich Mazepin, que ahora a mitad de semana cumplió los 23 años. Haas es de los Estados Unidos y fue fundado en 2016, lo que lo hace el más joven de las escuderías de F1.
El equipo norteamericano usa un motor de Ferrari y obtuvieron asistencia de los Italianos de Dallara para el diseño del chasis monoplaza. Llama mucho la atención que en el equipo corre Mick Schummacher, hijo de la leyenda Michael cuyo estado de salud es guardado en estricta reserva por su familia desde 2013 cuando sufrió un grave accidente mientras esquiaba en Los Alpes Franceses.
Pero lo notorio de Haas, para los efectos que nos ocupan, es que en el coche que maneja Mazepin tiene el nombre de un gigante Ruso: Uralkali.
Esta empresa es un conglomerado de Rusia fabricante de fertilizantes químicos de los tres tipos: Nitrogenados, Fosfatados y Potásicos. Sus últimos reportes informan que produce anualmente 5,645 millones de toneladas de fertilizantes, por el equivalente a 3 mil millones de dólares.
Y como no fertilizan en Siberia, sus productos llegan hasta México exportados.
El tema es que esta empresa forma parte del holding del gigante Uralchem, cuyo propietario mayoritario es Dimitri Arcadievich Mazepin, padre del corredor de Haas , Nikita.
Por de pronto, el nombre de Uralkali ha desaparecido ipso facto del coche que maneja el joven Nikita y habrá que ver si la escudería mantendrá al volante al hijo del hiperrico, pero eso dependerá de que el padre decida seguir gastando en los coches, pero sin anuncio de su consorcio.
Mientras tanto, México ha anunciado que NO tomará ninguna medida de boicot contra Rusia. Pero eso será motivo de otra entrega que no referirá balones ni motores rugientes.
Les deseo un gran día de sol.
FB Eduardo Arvizu Marin
www.arvizumeduardo@gmail.com