Ante los visos de que la pandemia por coronavirus será más prolongada y no transitoria como se pensaba inicialmente, Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), advierte que hay que prevenirse porque las bancarrotas de las empresas van a causar pérdidas que no solo van a ser para ellas, sino que se van a resentir en el conjunto de la economía nacional en la forma de pérdida de empleos y daños en la cadena de valor de consumo.
Y aunque alerta que los recursos disponibles en cada país serán insuficientes para evitar bancarrotas de empresas, reconoce, sin embargo, la rápida acción de los bancos centrales para reducir los impactos negativos de la pandemia, y ve como una buena señal que el sector financiero siga otorgando créditos y haya mantenido bajo control la volatilidad monetaria.
Es indudable que el Covid va a cambiar la cara económica de esta nación junto con la de muchas otras. Las empresas que antes eran exitosas y que habían conseguido colocarse en un nicho de mercado, tendrán que cederlo a otras industrias que vendrán a desplazarlas. Algunas, como las farmacéuticas, saldrán victoriosas y se erigirán como sobrevivientes.
La pandemia plantea de inicio un cambio de estructura y de roles, en el que la necesidad ha hecho que entren de lleno nuevos actores producidos por la revolución digital (por ejemplo, el comercio electrónico) que podrían convertirse en los más fuertes de la era postCovid.
Preocupa también que el Banco Mundial anuncie que por el Covid surgirán en el mundo 150 millones de nuevos pobres y de que en México se vaticina la desaparición de medio millón de empresas por la pandemia.
Por eso es que quizá más que nunca se requiere consolidar la relación entre la iniciativa privada y el gobierno, por que ni los funcionarios solos, ni los empresarios solos van a poder sacar adelante la economía si no es con un esfuerzo conjunto. Debe verse como una simbiosis en que las partes se benefician mutuamente, en especial la sociedad que obtiene de esa relación bienes, servicios, empleos y flujo de capital.
Y sin duda el Covid también va a ampliar las brechas sociales, pues quienes ya tenían medios para enfrentar la adversidad, quedarán más adelante y quienes mostraban retraso, ahora van a quedar más atrás.
El de Carstens es un llamado no solo a tomar acciones sino también a reflexionar sobre cuáles hay que tomar, exhortación que debería ser tomada en cuenta no solo por autoridades y empresarios, sino por todo aquel que forma parte del entramado económico nacional.