Los legisladores de la oposición están determinados a frenar cuanta iniciativa proveniente del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, llegue ante las cámaras legislativas destinadas a hacer cambios que, a su criterio, solo buscan revertir los avances y consensos que en algunas materias como la militar o la electoral, tardaron décadas en alcanzarse y que, por representar logros de los gobiernos del pasado, ahora la administración actual se ha propuesto echar para abajo, argumentando vicios y corrupción que impiden el desarrollo y bienestar del país.
Por considerar que se cocinaron al vapor y son iniciativas que requieren un mayor estudio y preparación para ser presentadas ante el Congreso de la Unión, miembros de las bancadas de oposición adelantaron que rechazarán sendas propuestas presidenciales encaminadas a hacer reestructuraciones fundamentales en los ámbitos electoral y de seguridad de la Nación.
En el campo electoral, los legisladores de la oposición consideran que en vez de hacer cambios que mejoren y den solidez a la vida política de México, el grupo en el poder solo desea debilitar al órgano federal que actúa como árbitro electoral, cuya autonomía se considera uno de los logros más importantes alcanzados en décadas pasadas y que, con los planes de reincorporar al INE a la Secretaría de Gobernación, tal y como estaba antes, se perdería inútilmente.
Más importante es reformular la estrategia de seguridad nacional que hacer cambios que solo afectan la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional, porque es evidente el fracaso que registra el gobierno en muchos de los aspectos de la seguridad interior no se solucionará con una Guardia Nacional militarizada, como es el objetivo del gobierno del presidente López Obrador.
Y es que ante el aumento de la presencia de los grupos de la delincuencia organizada en diversas regiones del país, algunas de las cuales ya están bajo su control efectivo, así como un incremento en los casos de desaparición de mujeres y feminicidios a lo largo y ancho de todo México, para diputados y senadores resulta un sinsentido hacer cambios que, a su parecer, no aportarían nada para hacer frente a la ola de inseguridad e inestabilidad que sacude al país.
Es tiempo de hacer los cambios que se requieran de manera pensada y sin prisas, para que así no gane una u otra fracción, sino México en su conjunto.