Afortunadamente la medicina han avanzado a tal grado que han permitido desarrollar vacunas en tiempo récord y con un abanico de distintas tecnologías que permiten atacar por varios flancos a ese enemigo invisible con sus propias armas: las de su material genético y atajar sus modos de replicación.
Asimismo, es de resaltar que gobiernos y organismos internacionales hayan puesto de su parte para, en virtud de la emergencia, esquivar las trampas burocráticas y la cadena de tramitología que usualmente implica el desarrollo de cualquier solución para la salud, en especial por la serie de pasos que deben cubrirse cuando el fin lógico del proceso es su eventual comercialización, misma que en este caso se hizo a un lado por la urgencia de contener los contagios, y gracias a esto las vacunas pudieron estar casi sin restricciones a disposición de habitantes de los cinco continentes a menos de un año de iniciada la contingencia sanitaria.
Y es que si antes el proceso para desarrollar un fármaco o vacuna requería un promedio de 10 a 20 años para ser puesto a disposición del consumidor final, ahora fue posible no solo dar con una sino con varias opciones a la vez.
Y si bien nuevas variantes del Covid se hacen presentes una detrás de otra, las vacunas desarrolladas contra la cepa inicial han probado mantener algún grado de efectividad contra las subsecuentes, haciendo la enfermedad menos severa para quien contrae el virus. Pero aun así los que ya tengan la tercera dosis de la vacuna no deben considerarse fuera de peligro.
Pues aunque hay disponibles varias vacunas con diversos grados de eficacia, así como nuevos tratamientos para la enfermedad una vez que se ha adquirido el virus, la propuesta sigue siendo la misma de cuando inició la pandemia: no bajar la guardia y extremar los cuidados al máximo, como si fueran los días de cuando el mundo aún no sabía la magnitud del nuevo peligro que enfrentaba.
Por lo anterior, el llamado en esta Nochebuena y Navidad es a tener precaución y en la medida de lo posible no tener reuniones numerosas en espacios cerrados, para que no sean los celebrantes de estas fiestas de fin de año, a quienes se estará recordando el próximo 2022.