La polémica desatada a raíz de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la contratación de 500 médicos de Cuba, a los que se traerá para atender en localidades de zonas apartadas de México, a donde las autoridades aseguran que los especialistas nacionales se niegan a trasladarse argumentando carencias e inseguridad, ha despertado una serie de reacciones que llevan a hacer una serie de cuestionamientos al respecto.
En primer lugar no se trata de médicos que se nieguen a laborar en zonas marginadas, se trata también de un gobierno que no garantiza condiciones dignas y seguras para laborar, por lo que traer médicos de otros países a hacer el trabajo que debería ofrecerse primero a los egresados en el país, resulta un sinsentido para un gremio que está siendo afectado por carencia de plazas de trabajo, bajos sueldos y condiciones laborales que dejan mucho qué desear.
Por ello, consideran injusto y hasta ofensivo que el mandatario y la Secretaría de Salud expresen que instituciones como la UNAM se negaron a apoyar o no hicieron nada durante la emergencia sanitaria, lo que a su juicio representa un desconocimiento, por parte del gobierno, de las condiciones en las que se encuentra en la actualidad la salud pública.
Los estudiantes de medicina le están recordando al Presidente que muchos de ellos se enfrentaron a la pandemia sin el equipo ni la preparación necesaria o siquiera por un pago por sus servicios, a veces tan solo por el único deseo de ayudar y con una alta probabilidad de contraer el virus o de llevarlo a sus familias.
Cabría preguntarse si a estos médicos cubanos se les estaría enviando a laborar en las mismas condiciones que a sus colegas mexicanos, con carencias en insumos, instrumental y equipo de curación; con equipos descompuestos, faltantes porque han sido robados o vandalizados, o hasta improvisados o reciclados con mucha dosis de ingenio para volver a ponerlos operantes.
E incluso hasta con la amenaza siempre presente de las bandas del crimen organizado, inseguridad que el Estado ha permitido establecerse y que ahora, cuando se le recuerda que es una de las razones de los médicos mexicanos para no acudir a algunas regiones, hasta los recrimina por negarse a exponer su vida sin garantías plenas de seguridad.
El gobierno debe replantear sus planes en el ámbito de la salud, porque el problema en el sector es mucho más grande que simplemente cubrir plazas con personal de importación.