La mañana del jueves 3 de febrero de este año elementos policiacos, de la fiscalía local y del gobierno capitalino realizaron un operativo en una unidad habitacional de Iztapalapa para recuperar 32 departamentos los cuales habían sido arrebatados a sus legítimos dueños por grupos delictivos.
El delito de despojo en la Ciudad de México ha llegado a niveles que se pueden considerar de alarma. Se registra un promedio de más de 10 casos diarios. De acuerdo con cifras de la fiscalía capitalina, en 2020 se abrieron 3 mil 985 carpetas de investigación por ese ilícito, mientras que en 2021 fueron 4 mil 432.
Entre los más afectados se encuentran las personas de la tercera edad, pero también se han documentado casos de familias enteras que, a través de la fuerza, intimidación y amenazas, les quitan su patrimonio.
¿Cómo se llega a perder la propiedad de un inmueble? Las investigaciones de la autoridad refieren que hay grupos especializados que simulan una compraventa, que usurpan la identidad del verdadero propietario, falsifican documentos notariales o contratos y obtienen inscripciones apócrifas ante el Registro de la Propiedad de la casa o departamento en cuestión.
Con el fin de disminuir la incidencia se echó a andar una estrategia específica para combatir ese delito. Instancias como el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, el Colegio de Notarios, la Tesorería, la Oficina de Catastro, el Tribunal Superior de Justicia y la fiscalía de la ciudad se involucrarán para que la autoridad obtenga información en corto tiempo.
La comisión del delitos no puede entenderse sin la participación de malos funcionarios ni abogados o notarios corruptos. Un mayor control sobre los servidores públicos y sobre los profesionales vinculados a trámites inmobiliarios debe estar también en las acciones a ponerse en marcha.
Durante mucho tiempo, el despojo de predios se concentró especialmente en zonas rurales. Los casos de invasión y despojo de tierras habían sido noticias de regiones de alta marginalidad, pero en la Ciudad de México comenzaron a incrementarse desde hace más de cinco años. El gobierno local tiene enfrente un grave problema que se dejó crecer y que exhibe el poderío que algunos grupos criminales han adquirido. Solo se podrá hablar de éxito cuando las denuncias sean solventadas y los responsables castigados. El patrimonio de toda una vida está en juego para miles de familias.