Claudia Sheinbaum se mantiene en el liderazgo político, pese a los duros golpes que le han representado tanto el impacto de la pandemia a nivel local, como los adversidades registradas en el Sistema de Transporte Colectivo Metro en lo que va de su gestión al frente de la capital.

En los tres años que lleva al frente del gobierno capitalino hay tanto aciertos como situaciones que se han convertido en importantes desafíos para el éxito de su gestión.

A pesar de la crisis por la pandemia no se ha cancelado la obra pública, pues se inauguraron dos líneas de cablebús y varias obras viales, además de que se está recuperando la industria de la construcción.

Con respecto al manejo de la situación sanitaria, es de resaltar la eficiencia mostrada por el gobierno capitalino en la campaña de vacunación contra el Covid-19, en la cual, a diferencia de otras entidades y pese a ser una de las más pobladas del país, se logró agilizar el proceso de inoculación y se evitaron caos, largas filas y pérdida de tiempo.

Gracias a un buen trabajo de planeación, la vacunación en la capital se presenta ahora como una de las más adelantadas, donde pese a la presencia de una tercera ola de contagios y nuevas variantes del virus, las hospitalizaciones han venido en descenso y no se alcanzaron los niveles de saturación hospitalaria de las dos olas anteriores.

No obstante, algunas de las medidas restrictivas que se aplicaron en el afán de contener los contagios, resultaron en graves golpes a la economía de los capitalinos, pues incluso para muchos se tradujo en pérdida de empleos y cierre de negocios, en algunos casos definitivos.

Punto en contra fue el desplome de un tramo de la Línea 12 del Metro, cuya causa y señalamiento de responsables aún está a discusión, a más de cuatro meses del hecho.

Los desafíos que siguen pendientes son en materia de transporte, en especial el Metro. Ofrecer un servicio de calidad es el reto mayor e impacta directamente a millones de personas.

Mientras que otro importante pendiente es disminuir la percepción de inseguridad que prevalece entre la población.

Resolver esos problemas o reducirlos al mínimo requiere de una estrecha comunicación con los habitantes de la capital. Sus voces serán clave para resolverlos. Hay que voltear a ver a la ciudadanía.