Mientras que esa parte irracional de la humanidad, conformada por la delincuencia organizada, de “cuello blanco” y común; explotadores de la drogadicción, prostitución, fraudes, extorsiones, tala inmoderada, asesinatos, violaciones, xenofobia, pederastia, tráfico humano, etc., amén de políticos y autoridades irresponsables y gobiernos populistas, “hace de las suyas” impunemente, provocando guerras, masacres y “armándose hasta los dientes”, la Tierra, mientras tanto, además de calentarse, incendiarse, inundarse y degradarse, debido a la excesiva extracción de agua subterránea, según datos científicos, se ha “inclinado” casi 80 centímetros.
Amable lector: Si además de las terribles consecuencias del cambio climático que ya enfrentamos, tenemos que sortear y soportar este criminal flagelo de desequilibrados mentales que solo buscan sus propios beneficios, trastocando nuestra seguridad, de nada servirán las medidas que se tomen para una mejor convivencia. La no aplicación de las leyes con mano firme, por ejemplo, tanto para sancionar a delincuentes como a los explotadores de los recursos naturales y contaminadores del medio ambiente, está poniendo en riesgo la preservación del planeta, pues, ¿qué puede importarle a un delincuente, del tipo que sea, lo que le está ocurriendo a nuestra “única casa” si no entiende de razones?
Mensaje de Antonio Guterres, Secretario General de la ONU con motivo del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono- 16-09-23.-Los tratados internacionales para proteger la capa de ozono han marcado un antes y un después en la protección de las personas y el planeta. En ellos puede verse el poder del multilateralismo. Esos tratados deberían inspirar la esperanza de que, juntos, seremos capaces de evitar lo peor del cambio climático y construir un mundo sostenible y resiliente. Todavía es posible limitar el aumento de la temperatura en el planeta a 1.5°C si aceleramos inmediata y drásticamente la acción climática. He propuesto un Pacto de Solidaridad Climática y una Agenda de Aceleración para ayudar a conseguirlo.
Insto a todos los dirigentes a que trabajen de conjunto para llevar ambas a la práctica y a que apoyen esos esfuerzos respaldando la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal y limitando los hidrofluorocarburos que calientan el planeta. La plena ratificación y aplicación de la Enmienda de Kigali podría evitar hasta 0.5°C de calentamiento hasta 2100, cifra que podría duplicarse si el abandono de los gases que calientan el planeta se combina con medidas de eficiencia energética en los equipos de refrigeración.
Insto a todos los países a que ratifiquen la Enmienda y exhorto a los gobiernos, así como a los líderes empresariales, la sociedad civil, el mundo académico, los grupos juveniles, las comunidades locales y otros a intensificar sus esfuerzos para lograr un cambio real y garantizar que los países en desarrollo cuenten con el apoyo necesario para ello. Guiémonos por el espíritu que inspiró la Convención de Viena y el Protocolo de Montreal para construir un mundo en el que los seres humanos, la naturaleza y el planeta puedan prosperar juntos. -
Amable lector: tengamos presente que los gases de efecto invernadero van en aumento, por lo que el planeta está 1.1°C más cálido que hace cien años, y con ello, acelerando el aumento del nivel del mar. Y uno de esos terribles eventos acaba de ocurrir en Libia, en África, donde las inundaciones por excesivas y catastróficas lluvias, dejaron miles de muertos debido a los efectos del cambio climático, ese que muchos se resisten a aceptarlo. Lamentablemente, este tipo de desastres serán cada vez más frecuentes e intensos. No olvidemos otra grave amenaza: el metano, que es 80 veces más dañino que el dióxido de carbono.
De ahí que las investigaciones recomiendan reducir las emisiones de C02 en un 45 por ciento para 2030 y alcanzar la neutralidad en 2050, y así limitar el calentamiento global a 1.5°C. Es necesario cerrar la brecha para alcanzar cero emisiones para 2070 y limitar el calentamiento a 2°C. Recordemos también que las Tres crisis interconectadas: Cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación, están poniendo en riesgo el bienestar socioeconómico mundial socavando las oportunidades para reducir la pobreza y mejorar nuestras vidas.
El deshielo de los glaciares desestabiliza la vida en América del Sur. ONU-PNUMA. Continúa: De acuerdo a la UNESCO, Los Andes son el hogar de algunos de los casquetes de hielo que se degradan a mayor velocidad en el mundo. La región ha perdido entre el 30 y 50 por ciento de su capa de hielo en los últimos 40 años, situación que se suma a la lamentable noticia de que los glaciares más vulnerables ya han desaparecido. Este deshielo ha alterado el flujo de agua hacia el Amazonas, la cuenca hidrológica más grande del mundo, lo cual ha secado los humedales y ha intensificado los temores de escasez de agua.
La situación es grave en algunas partes de Bolivia. Un estudio de la Universidad Mayor de San Andrés estimó que el glaciar Tuni Condoriri desaparecería en los próximos 30 años. Los investigadores temen que su desaparición altere el suministro de agua potable y dificulte la generación de energía en las ciudades de La Paz y El Alto, hogar de más de cuatro millones de personas.
La degradación de los glaciares ha obligado a que las comunidades a lo largo de Los Andes deban a adaptarse a la crisis alrededor del Tuni Condoriri, la cría de truchas ha surgido como una alternativa a la cría de llamas. Los datos empíricos sugieren que la truticultura (cría de truchas) puede ayudar a promover el uso sostenible de los recursos hídricos en las regiones montañosas y ayudar a aumentar los ingresos a pesar de que puede contaminar el entorno y alterar la biodiversidad. De ahí que sea importante que los países actúen ahora, porque el cambio climático solo empeorará las cosas, advierte Leticia Carvalho. Continuará…