Amable lector: Recuerde que este seguimiento periodístico sobre el agua contaminada, es únicamente para que usted esté debidamente enterado al respecto y tome sus debidas precauciones. Lamentablemente, ya no es solamente el agua la que debemos cuidar, sino también los alimentos que a diario consumimos. De ahí la importancia de que se tenga especial cuidado en cómo seleccionarlos para evitar contraer enfermedades que mermen nuestra calidad de vida, o de plano, terminen en catástrofes.
Pero, por favor, no se haga esta pregunta: ¿entonces qué vamos a comer y qué agua debemos beber? Mejor pregúntese, o, mejor dicho: preguntémonos cómo proceder, cuánto antes, ante la indiferencia de las autoridades sanitarias, y del gobierno en su conjunto, para solucionar este creciente y preocupante problema sanitario que ya es de interés nacional. Eso de tener que esperar hasta 2024 para prohibir el uso del glifosato es un asunto que compete a todos, A menos que primero esté la posición política y las empresas, que la salud y la vida de la familia. Pensemos en los niños, en nuestros hijos, en los nietos y en toda la descendencia…Por eso le reiteramos, amable lector, si lo cree pertinente, por favor, comparta esta información con todo el mundo, es de vital importancia.
Expediente científico del CONACYT sobre el glifosato. Parte 3- Uso a nivel internacional y en México. Su uso se incrementó mil 500 por ciento a partir de 1996 con la comercialización y siembra de maíz, algodón y soya genéticamente modificados (GM), tolerantes al glifosato, es decir, que no mueren al aplicarles el herbicida. Actualmente, cerca del 50 por ciento del uso global del glifosato en la agricultura se destina a cultivos transgénicos. La expansión de los cultivos GM ha aumentado 113 veces en volumen de desde 1996. A nivel internacional hay 526 registros de eventos transgénicos. Destacan: maíz 45 por ciento, algodón 12. 7 por ciento, papa 9.3, canola 88.8 y soya 7.8 por ciento. Además, hay transgénicos de jitomate, frijol, calabaza, alfalfa, limón, pimiento morrón (la misma especie del chile), arroz, trigo, berenjena, papaya, melón, piña, ciruela, manzana, achicoria, betabel, linaza, caña de azúcar, pasto, flores como la rosa, el clavel y la petunia; así como en el tabaco y el eucalipto.
En esos cultivos GM existen diferentes tipos de modificaciones genéticas, entre las que destacan dos: los tolerantes a herbicidas como glifosato, glufosinato, 2, 4-D y dicamba, con una frecuencia de 70 por ciento y los Bt, que son resistentes a insectos (producen toxinas con acción insecticida, principalmente mariposas y polillas, escarabajos, hormigas, abejas, avispas y moscas. De los tolerantes a herbicidas, la mayoría, 63 por ciento, son tolerantes al glifosato).
En México no hay cifras precisas sobre el volumen de plaguicidas aplicadas, pero hay reportes que indican que el glifosato se utiliza en la agricultura industrial en cantidades de 1.5 a 4.3 kgs. por hectárea. Continuará…
Amable lector: Usted, su familia y todos, estamos consumiendo veneno en casi todos los alimentos, aun siendo, dizques naturales, es decir, que no están procesados, pero sí genéticamente modificados y con residuos tóxicos. Recapacitemos, entendamos y aceptemos, que este “ lento morir” está acabando con todo. Tenga presente que nuestro organismo, sobre todo el de los niños, al no tener la consistencia física necesaria por falta de algunas vitaminas que proporcionan las frutas y las verduras frescas y “naturales”, así como todo lo necesario para su desarrollo y buen funcionamiento, es presa fácil de cualquier enfermedad, contagio, virus, etc.
RÍO TUXPAN EN TUXPAN, VER. POR LOS RÍOS DE MÉXICO CORREN AGUAS CONTAMINADAS. (FOTO DE FRANCISCO ALCALÁ NÁJERA).
Ojalá pudiera llevarse a cabo una consulta popular para saber si el pueblo sabio está de acuerdo en que se siga utilizando plaguicidas, insecticidas y herbicidas como el glifosato en los cultivos agrícolas hasta 2024, o se prohíba definitivamente cuanto antes. Un cuerpo sano tiene siempre mayores posibilidades de resistir los ataques de cualquier enfermedad, que uno sin las defensas necesarias. Sin salud no hay vida feliz…
Agregado. -La toxicidad del glifosato se incrementa con las temperaturas más altas del agua y el pH. Otros autores sostienen que el uso de este herbicida puede conducir a la contaminación más prolongada del agua, así como daños en animales y microorganismos benéficos para el suelo. Asimismo, el escurrimiento de los terrenos cultivados con glifosato en épocas de lluvia, llegan, inevitablemente, a los ríos, a los lagos y a los mares, afectando la fauna marina.
Comentarios: Tope Borrego. Niño: México nunca ha sido autosuficiente en granos, carnes ni lácteos. El glifosato es satanizado por una burocracia de escritorio que nunca ha pisado un maizal. El reto de producir alimentos para México es enorme. No hace falta que vengan pseudo expertos ideologizados a estorbar a los productores. Tiene razón, Tope Borrego, pero toda esta preocupante información es del CONACYT y alguien tiene que hacer algo para evitar nuevas epidemias, además de las que ya padecemos. Continuará…
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