Es realmente preocupante la situación en que se encuentra nuestro planeta. De los hermosos colores azul, verde y blanco que lo caracterizaban, y que parecía que nunca cambiarían, hoy sobresale más el gris como preludio de su inminente extinción a manos de sus supuestos dueños: “Los seres humanos”, que, en aras de la modernidad, destruimos nuestra propia casa. Pero, como tantas veces hemos señalado, ¿de qué sirven las investigaciones científicas y la academia si, ni el gobierno ni la misma sociedad están haciendo algo para remediarlo? De ahí que, le ponemos atención a las alarmas científicas sobre las catástrofes climáticas para remediarlas, o ya vamos viendo cómo sortearlas para seguir subsistiendo.

Es tiempo ya de reconocer, y aceptar, que la situación del planeta es crítica; de ahí que, desde la educación en todos sus niveles, el gobierno en su conjunto y, desde luego la sociedad toda, deben coordinarse para hacer frente a esta debacle climática que sigue causando estragos. En el entendido, y huelga recordar, que, de no hacer nada, ahora que todavía se puede, no lamentemos después lo que no supimos defender como seres humanos racionales que supuestamente somos.

Y, si no hacemos nada, ¿de qué sirven entonces las investigaciones científicas? ¿Acaso, solo como parte de un plan de estudio más de una carrera universitaria, o pretexto para galardonar a los investigadores? Pero, el más agrande riesgo científico-académico que esto conlleva, es que la ciencia y la academia sean inoperantes, obsoletas y en peligro de ser ignoradas por las nuevas generaciones de estudiantes. ¿De ser así, en manos de quiénes quedará el planeta? ¿Acaso en las de los industriales, las de una sociedad irresponsable, o de un gobierno negligente? Pues, con eso de que todo gira en torno a la política…

Del Instituto de Ingeniería y Red del Agua UNAM para EL UNIVERSAL. -Agua para la Paz. El Papel de la Hidrodiplomacia. -Hidrodiplomacia Científica: Un Puente Transdisciplinario entre Academia y Gobiernos. - Continúa: Como punto de partida, los autores llevaron a cabo una revisión exhaustiva de la literatura, identificándose nueve problemáticas prioritarias por atender en esta región. El paso crucial en la construcción del modelo desde la ciencia estuvo a cargo de la Dra. Norma Olvera Fuentes, quien planteó la siguiente pregunta: “¿Será posible plantear un modelo que permita explicar cómo son las interrelaciones entre estas problemáticas? La respuesta es , y es el producto que aquí se presenta.

Para avanzar en este proceso, reflexionó: “Si vamos a analizar las problemáticas desde la ciencia, debemos pensar que tradicionalmente la ciencia ha mantenido una visión reduccionista, lo que significa que un elemento se divide en partes que se estudian por separado para luego tratar de reunirlas y explicar el todo. Sin embargo, necesitamos una nueva perspectiva para enfrentar los nuevos problemas y retos que ahora se nos presentan”.

Mientras mostraba la imagen de una rana de cristal, cuyo rasgo característico es la transparencia de su piel comentó: “La ranita que les pongo es de cristal que manifiesta una propiedad que nosotros en este momento gozamos, y que es la vida…Pero si al querer estudiar la vida pretendemos separar la ranita por partes y después reunirlas, no podremos recuperar una ranita con vida; esto es, una propiedad que, en ciencias de la complejidad, se denomina propiedades emergentes. Nosotros debemos abarcar los problemas en su complejidad y no dividirlos, o caer en una visión simplista”.

Para crear el modelo, la Dra. Olvera fuentes explicó: “Se implementó el marco teórico metodológico de los mapas cognitivos difusos, cuya estructura es similar a la de redes neuronales”. Visualmente su representación se asemeja a una telaraña, donde cada problemática está representada por un círculo, denominado nodo, nueve en este caso. Estas problemáticas están interconectadas mediante 56 flechas, que representan relaciones de causa y efecto. Al respecto, la
Dra. Olvera apuntó: “Las problemáticas se encuentran entrelazadas; el que los sistemas ecológicos se recuperen (causa) va a tener un impacto directo en la mejora de la calidad de vida de la población de Tijuana y San Diego (efecto) Todas relaciones de causalidad planteadas están sustentadas en la literatura revisada.

Del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la revista científica internacional Salud Pública de México (SPM) para EL UNIVERSAL. - Salud planetaria y análisis de sindemias: hacia la construcción de una nueva salud ambiental.  Continúa: Es así que el concepto de salud ambiental en el Antropoceno (época actual en la que lo artificial se impone al natural) tiene un rostro más grave, el de la sindemia, causada por los efectos de las crisis planetarias que interactúan con las vulnerabilidades humanitarias y para lo cual no se han diseñado estrategias de salud pública desde lo local, es decir, desde el nivel comunitario. En este documento se presenta la nueva visión que inicia con la presentación de los impactos de los riesgos planetarios y, posteriormente, en el contexto más clásico de la salud ambiental; asimismo, se explica la necesidad de atención a las sindemias desde lo local, con una perspectiva en los derechos humanos.

A partir del reconocimiento al derecho humano a un ambiente limpio, sano y sostenible aceptado por la ONU, apenas en julio de 2022, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) generó una definición nueva de justicia ambiental, que se concibe como el objetivo de promover la justicia y la rendición de cuentas en asuntos ambientales, centrándose en el respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos ambientales y la promoción de la autoridad de la ley ambiental. Esta definición implica un gran avance porque, en más de 40 años de existencia, la justicia ambiental rebasa un término que abordaba problemáticas ambientales en contextos de desigualdad social, para convertirse en un término que protege a toda la humanidad desde los derechos humanos.

Crisis planetarias en el contexto nacional. -Límites planetarios. -Además de la contaminación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, los expertos identifican seis límites planetarios adicionales: crisis hídrica, agotamiento del ozono estratosférico, aerosoles atmosféricos, acidificación de los océanos, cambio del uso de suelo y flujos de nitrógeno y fósforo. Seis de estos nueve límites han sido superados, incluyendo el de entidades nuevas, como la introducción de sustancias químicas que el planeta no puede procesar. Continuará…