Foto: Cortesía ONU
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No cabe duda, amable lector, como tanto hemos señalado y reiteramos, que quienes dicen, o creen, que el cambio climático y el calentamiento global acelerados, no son reales, no son más que ignorantes de la cruel realidad que ya estamos soportando desde hace rato. Los desastres naturales, por ejemplo, que ya ocurren desde hace años, pero que ahora son más frecuentes, afortunadamente no se presentan todos a la vez ni por todo el planeta todavía, sino por regiones por ahora, es la prueba más fehaciente de que éstos, a pesar de que ya llevamos tiempo enfrentándolos, apenas son los “primeros” de los muchas que faltan. Esto apenas está “comenzando”.

Desde luego que no faltan los aduladores de políticos mercantilistas y nefastos defendiéndolos, aunque en ello pongan en riesgo su seguridad y la vida misma. Pero así es la condición humana de los ignorantes de la realidad que la mayor parte de los habitantes del planeta conocemos y ya enfrentamos. ¿Acaso esperaremos a que nos pase lo que a Supermán, cuyos padres, para salvarlo, tuvieron que enviarlo a otro planeta? ¿Nosotros a cuál iríamos y en qué nave? El superhéroe viajó solo, nosotros somos miles de millones y no cabríamos en ninguna, a menos que fuera por sorteo o, encuesta a modo.

El deshielo de los glaciares desestabiliza la vida en América del Sur. ONU- PNUMA. -15-03-23 –(A manera de reportaje) Durante cinco generaciones, Héctor Basilio Choquehuanca Poma y su familia han vivido en las laderas de las imponentes montañas Tuni Condoriri en los Andes de Bolivia. En esta tierra que a menudo no perdona, la familia de Basilio lleva mucho tiempo ganándose la vida criando llamas. Sin embargo, en los últimos años su labor se ha debilitado a la acelerada desaparición de los pastizales locales.

La razón por la que ocurre sigue siendo tema central en múltiples debates, pero es probable que se deba al hecho de que los glaciares se están derritiendo (una fuente importante de agua) y a numerosas consecuencias adicionales del cambio climático (como un aire más cálido). El señor Basilio afirma que el tamaño del glaciar Tarija, cerca de su casa, se ha reducido a la mitad desde que él era un niño. “Hemos tenido que reducir el rebaño y comenzar a cultivar truchas, cuenta Basilio, padre de siete hijos. Los glaciares tropicales de los Andes que alimentan muchos de los ríos de la cuenca del Amazonas, son algunos de los casquetes de hielo que se están degradando a mayor ritmo en el mundo. Su desaparición no solo está cambiando vidas en las comunidades que habitan en las montañas, sino que también está provocando escasez de agua y obstaculizando la generación de energía hidroeléctrica en comunidades de tierras bajas que albergan a cientos de millones de millones de personas.

Desde luego que el drama que vive Basilio, como el que han vivido muchos más en algún determinado momento, a consecuencias de un desastre natural provocado por el cambio climático, solo puede ser valorado y dimensionado por ellos, es decir, por aquellos sobrevivientes que han tenido el infortunio de perderlo todo, además de los seres queridos hasta el patrimonio. De ahí que, solo quienes sufren “en carne propia” las terribles consecuencias de un desastre natural provocada por el cambio climático, así como los que estamos convencidos de esa cruel realidad, somos los que hasta ahora lo reconocemos y lo aceptamos. Desde luego que quienes no lo reconocen, y mucho menos lo aceptan, incluso pregonan que no es para preocuparse tanto, son aquellos que, afortunadamente, no les ha tocado vivir todavía una tragedia como la que a muchos semejantes han enfrentado.

Sin embargo, la película sigue corriendo y en la pantalla se siguen viendo terribles escenas basadas en el apocalíptico coctel climático que, a base de incendios, olas de calor, sequías, lluvias intensas, deshielos, etc., continúa preparando este acelerado cambio. El rodaje de este largometraje, como ya en otras ocasiones hemos señalado, amable lector, se lleva a cabo en escenarios naturales y teniendo como actores principales, y sin extras, a todos nosotros. Por si fuera poco, además de la gran producción que esto significa, curiosamente, no costará un solo peso, porque todo es “voluntario”, y aunque alguien no quiera, de todos modos, saldrá en la película. Desde luego que este film apenas está comenzando y quizá no alcancemos a ver el gran final, no importa, porque ya sabemos cómo será…

Recordatorio: ONU- 04-07-23 -El fenómeno de El Niño, que según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) apareció a principios de julio y que, por primera vez, en siete años, comenzó en el Pacífico Tropical, se produce, por término medio, cada dos a siete años y los episodios suelen durar entre 9 Y 12 MESES. Se trata de un patrón climático natural asociado al calentamiento de las temperaturas superficiales del Océano Pacífico Tropical Central y Oriental. Pero se produce en el contexto de un clima modificado por las actividades humanas. La OMM pronóstico que había un 90 por ciento de probabilidades de que el fenómeno continúe durante el segundo semestre de este año. Asimismo, se esperaba que se batirían récords de temperatura y llegar al calor extremo. Y julio fue el mes más caluroso.

El Niño suele asociarse a un aumento de las precipitaciones en algunas zonas del sur de Sudamérica, el sur de Estados Unidos el Cuerno de África y Asia Central. Por el contrario, este fenómeno también puede provocar graves sequías en Australia, Indonesia, parte del sur de Asia, Centroamérica y el norte de Sudamérica. La ONU reportó que desde febrero de 2023 las anomalías mensuales de la temperatura media de la superficie del mar en el Pacífico Ecuatorial central-oriental se han calentado significativamente. Continuará…

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