Nos cuentan que el recorte al gasto público ya empezó y, al parecer, no se esperará hasta 2025 para poder bajar el déficit fiscal, como se prometió. Nos dicen que una de las medidas para lograrlo ya se puso en marcha. Rogelio Ramírez de la O ya sacó las tijeras y, desde sus oficinas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), giró las órdenes a la Subsecretaría de Egresos, a cargo de Juan Pablo de Botton, para que envíe los oficios correspondientes e informar a todas las dependencias federales que suspendan los gastos extraordinarios a partir de ahora y hasta fin de año, en momentos en que de por sí ya no hay ni para las actividades diarias en las oficinas de gobierno, como agua, papel de baño, copias y asesorías, con presupuesto en los huesos por la austeridad republicana.
CFE va por clientes irregulares
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), de Manuel Bartlett, va por la regularización de 58 mil 406 usuarios finales, para lo cual invertirá 749 millones de pesos en el periodo 2024-2028. Se trata de una acción dentro del Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2024-2038, que se presentó este fin de semana. De esta forma, se pretende incorporar a los consumidores que cuentan actualmente con el servicio, pero que no tienen contrato de suministro eléctrico, aunque está regularizado el uso de suelo. Así, se considera la ampliación de la red en esas colonias que carecen de infraestructura eléctrica, pero que usan la energía de forma irregular. Una medida que será poco popular, comentan.
Celebración de la leche
Mientras la atención de todo México estaba centrada en las elecciones, el fin de semana se celebró el Día Mundial de la Leche. Nos hacen ver que Grupo Lala, de Eduardo Tricio Haro invirtió 900 millones de pesos en el primer semestre del año para proyectos de innovación y expansión como planta, equipos y vehículos de alta tecnología con cadena de frío. Los productos de la empresa llegan a 440 mil personas en condiciones de pobreza a través de Fundación Lala. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), en México la ingesta anual de productos lácteos por persona es de 130 litros, muy por debajo de lo que recomienda.