Aunque el segundo aplazamiento otorgado por EU a CIBanco, Intercam y Vector, del 4 de septiembre al 20 de octubre, puede leerse como el buen trabajo de colaboración entre ambos gobiernos, los tres acusados no han logrado recuperarse y están lejos de perfilar nuevos negocios. Nos platican que las empresas piden más tiempo para poder sobrevivir en el sector financiero, vender todo lo que puedan y encontrar clientes. En la demanda contra el Departamento del Tesoro, CIBanco, de Jorge Rangel de Alba, reconoce el golpe de muerte a causa de los señalamientos por posible lavado de dinero, por lo que le urge concretar la venta de su negocio fiduciario a Multiva y mantenerse fuerte en su segmento. Habrá que ver si las tres aguantan las próximas semanas y qué tanto se diluyen entre ventas de áreas de negocio, que son aprovechadas por otros jugadores.
Automotrices chinas van a Brasil
Ante el temor de que Donald Trump presione a México para subir los aranceles a importaciones de autos de China, las automotrices del gigante asiático voltean al sur. El 15 de agosto, Great Wall Motor, que aquí dirige Pedro Albarrán, inauguró su planta en Iracemápolis, Brasil, donde antes operaba una fábrica de Mercedes-Benz. La inversión comprometida es por mil millones de dólares para ensamblar tres modelos. La empresa había anunciado su interés por una planta en México, pero ante la proximidad y el tamaño del comercio con EU, parece lejana la posibilidad de que una china ponga una fábrica en territorio nacional, pues BYD igual abandonó la idea de establecerse aquí.
Se reactivan amparos
Uno de los regalos que dejó la Suprema Corte de Justicia, que va de salida con Norma Piña, fue la resolución para descongelar la lluvia de amparos que cayeron con la reforma fiscal de 2013, cuando existían los Repecos, el IETU, tarifas y deducciones en ISR. Desde 2014 la Corte ordenó aplazar estos litigios, con lo cual los tribunales deberán resolverlos cuanto antes, dado que contribuyentes están cansados y gastados de tanto esperar, incluso algunos se perderán el final de esta larga historia, pues hay casos de infartados que desistieron, y otros no lograron sobrevivir la pandemia. ¡Mientras que todavía hay voces que piden una nueva reforma fiscal!