Nos reportan que para el sector privado, a través del presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora, ya quedó claro que la reconstrucción de los 45 municipios de Guerrero afectados por el huracán Otis no será vía el gobierno federal o estatal, porque simplemente ya levantaron la emergencia y no se etiquetaron recursos para ello en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024. El líder patronal afirmó que, sin duda, no es el gobierno, sino la ciudadanía, la que va a salir adelante en unidad y solidaridad. Para el representante patronal, a pesar de que el gobierno ya dijo que se restableció prácticamente toda la energía eléctrica, la población reclama que no hay luz, agua ni servicios básicos. Hace unos días, voces del sector privado también señalaron que el gobierno quiere que las empresas cooperen con casi todo para la reconstrucción, desde tinacos, cloro, jabón, tuberías, etcétera.
Vienen las quejas contra seguros
Hablando de Otis, nos cuentan que una vez que concluyó la emergencia por el paso del huracán, el recuento de los daños comienza a generar los primeros reclamos contra las aseguradoras, mismas que, poco a poco, han comenzado a realizar el pago de las pérdidas y el análisis del impacto en Acapulco. Nos hacen ver que aún hace falta mucha información sobre la forma en que se pagará por parte de las instituciones financieras, mientras que los asegurados paulatinamente están preparando su documentación y las pruebas sobre el daño a inmuebles, autos y otros bienes que resultaron afectados. Nos hacen ver que en la AMIS, de Juan Patricio Riveroll, hay la total disposición de transitar hacia un proceso de pagos de daños lo más rápido y efectivo posible, para no detener la recuperación de Acapulco. Por cierto, nos recuerdan que Guerrero está entre las entidades con menores rangos de aseguramiento en el país.
CEMLA premia investigación bancaria
Nos dicen que en esta ocasión el Premio de Banca Central Rodrigo Gómez, en honor a quien fuera director del Banco de México de 1952 a 1970, y a quien le tocó vivir el periodo del desarrollo estabilizador, tuvo dos ganadores de primer lugar. Los galardonados se llevaron 10 mil dólares y un diploma que les entregó el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), que dirige el exsubgobernador de Banxico, Manuel Ramos Francia. Uno fue para el trabajo Pronóstico inmediato del PIB: un enfoque basado en datos de aprendizaje automático y teledetección para Bolivia, del economista Osmar Bolivar; el otro para La transmisión de shocks de liquidez no bancaria al sector bancario, de Néstor Miguel Sarmiento. El segundo lugar fue para el análisis Un HANK de referencia para Chile, de Benjamín García Silva, Mario Giarda Ugalde, Carlos Lizama Sáez e Ignacio Rojas King. En tanto, el tercer lugar fue declarado desierto.