El país planea regresar al ranking de las 10 economías más grandes del mundo, según la hoja de ruta hacia 2030 que dio a conocer esta semana la presidenta Claudia Sheinbaum. Nos recuerdan que México formó parte de este listado entre 1999 y 2003, incluso fue la octava maravilla en los primeros dos años del sexenio de Vicente Fox, pero después perdió este lugar a manos de Canadá, Brasil, Rusia, India y Corea del Sur, ya que la economía nacional crece a tasas promedio de 2% anual y el resto del planeta marcha a ritmos superiores de 3%. El Fondo Monetario Internacional colocó a México en la posición 13 en 2024 y prevé que caerá a la 15 en 2025, al ser rebasado por España y Australia. Para la institución que encabeza Kristalina Georgieva, el país mantendrá el mismo lugar en las gradas hasta 2027, cuando otra vez tenga un mejor sitio que la Madre Patria y alcance el escalón 14, que conservará en 2028 y 2029. El motivo, nos explican, son las pocas inversiones que se esperan ante la falta de infraestructura, energía, agua, seguridad y la ausencia de esquemas fiscales amigables para el sector privado.
Más dinero bueno al malo
A propósito, nos dicen que empresarios pusieron en tela de juicio la efectividad del Plan México en torno a Pemex, pues busca inyectar mayores recursos a la parte de refinación, que lleva tiempo generando pérdidas para la compañía que dirige Víctor Rodríguez Padilla, es decir, meterán más dinero bueno al malo. Lo positivo, nos comentan, es el mecanismo de financiamiento que permitirá a los proveedores de la petrolera obtener recursos de manera inmediata y que se puso en marcha esta semana. Por ser las principales afectadas ante los incumplimientos de Pemex, la hoja de ruta establece que el esquema priorizará a las micro, pequeñas y medianas empresas, las cuales han tenido que despedir personal y endeudarse para seguir operando.
Pemex arranca con el pie izquierdo
Mientras se pone al día en sus pagos, nos cuentan que Pemex comenzó 2025 recortando el número de activos de perforación a consecuencia de los adeudos. Además de pegar directamente en la administración de la empresa, las finanzas públicas cada día viven menos del petróleo, según la agencia Monitor Energético, que dirige José Ángel Vela. Al cierre del año pasado, nos detallan, 13% de los ingresos del erario dependieron del crudo y otras actividades relacionadas a la compañía, cifra similar a 2020, cuando se tuvo que rematar el hidrocarburo por la poca demanda que trajo consigo la pandemia. Nos hacen ver que Pemex también está lejos de aportar el energético suficiente para Dos Bocas y las otras seis refinerías, por lo que nadie está contento en el sector.