Comencemos por asentar que, según la Real Academia Española, el término “degeneración” es un sustantivo que se refiere al proceso mediante el cual algo o alguien pierde las cualidades originales o esenciales que lo caracterizaban, pasando a un estado inferior o alterado respecto a su forma normal o ideal.

Ahora bien, ¿quiénes son considerados la GeneraciónZ o GenZ? Realizando una búsqueda elemental a través de Wikipedia, encontramos que, básicamente, se considera que la Generación Z abarca a las personas nacidas entre mediados de los ‘90 y principios del 2010. En las redes hay otros estudios académicos y de mercado que señalan de forma coincidente que esta generación se caracteriza no solo por sus fechas de nacimiento, sino también por haber crecido en un mundo marcado por la omnipresencia de Internet, las redes sociales y la tecnología digital; son llamados los primeros nativos digitales.

Una de las principales características de la llamada Generación Z, que marca una notable diferencia con generaciones anteriores, es que para ellos la vida real y la virtual se entrelazan de manera inseparable. Esta generación ha crecido en sociedades cada vez más globalizadas y diversas, lo que les ha permitido aceptar y celebrar las diferencias, tanto culturales como de género y de opinión. De hecho, los miembros de la Generación Z se muestran con frecuencia comprometidos con causas sociales e incluso medioambientales; esta generación busca transformar la realidad a través de acciones que reflejan una lucha por la justicia y la equidad.

La Generación Z fomenta una mayor aceptación y celebración de la diversidad en cuanto a raza, género, orientación sexual y cultura, posturas que, por el contrario, la extrema derecha desea excluir y que menosprecia.

Las ideologías de derecha que tienden a violentar, negar, reprimir o menospreciar valores sociales y la justicia, no son representativas de una generación que busca cambios progresivos y equitativos en la sociedad.

La mayoría de las características asociadas a la Generación Z parecen chocar con los infundios, leperadas y consignas, así como con los fundamentos ideológicos que relucieron y se escucharon durante la marcha del pasado 15 de noviembre, los cuales son más bien expresiones afines a lo que representa la derecha.

La exposición que ha tenido la Generación Z a diferentes realidades, entornos, contextos sociales, el diálogo intercultural y la posibilidad de interactuar con diversas opiniones fomenta el cuestionamiento de narrativas simplistas, algo que contrasta con los mensajes polarizadores y violencias que se vivieron durante la marcha, las mismas que también se asocian con la derecha.

La asistencia, que todos tuvimos a la vista, fue mayormente de personas que no comulgan ni comparten los rasgos colectivos que ya describimos y que distinguen a la Generación Z; tampoco comparten haber nacido entre 1997 y 2010 para ser considerados como GenZ. La asistencia fue mayoritariamente de Generación Plateada o Baby Boomers. En definitiva, habiendo hecho estos discernimientos, podemos asegurar que la marcha del pasado 15 de noviembre no se trató de la Generación Z, sino que fue una marcha de la “degeneración Z”.

Maestra en derechos humanos

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