La Ciudad de México es la ciudad refugio por excelencia, es la que recibe, arropa y es bálsamo para el alma herida de quienes escapan de sus lugares de origen que sin víctimas de odios, fobias, violencias o simplemente porque quieren más y mejores oportunidades para vivir con bienestar.
Recientemente hemos encendido las luces de la diversidad en los monumentos y edificios emblemáticos de la CDMX pero ¿Por qué hemos escogido el símbolo de encender la luz para llamar la atención a la ciudadanía sobre este Día Internacional contra la Homofobia, la Lesbofobia, la Bifobia y la Transfobia?
Porque fobos, el miedo es un sentimiento oscuro. Y ante la oscuridad todas, todos y TODES tenemos el deber de encender luces , de amor, de solidaridad, de empatía, nos solo las luces de las calles sino las luces que vienen de dentro de uno, las del corazón.
La palabra fobos la heredamos de los griegos. En sus cuentos tradicionales ese pueblo mediterráneo decía que Fobos, el miedo, era hijo del dios de la guerra Hades. La relación no es sólo simbólica. Miedo y guerra están íntimamente relacionados. Cuando nos dejamos dominar por el miedo, fácilmente recurrimos a la violencia. El miedo nos hace menos humanos.
Homofobia, Lesbofobia, Bifobia y Transfobia son actitudes que nos conducen a la violencia, a discriminar y a suprimir a las personas que las y los “normales” consideran distintos. ¿Y por qué habría que reprimirse la diversidad? Ese es otro de los engaños del miedo. Fobos nos ofusca haciéndonos creer que lo diverso es malo.
Hablemos con mucha claridad –con la luz de las calles que encendimos el 17 de mayo. Las ciencias de la vida, como la biología (esas veteranas de la verdadera Ilustración) nos han demostrado, una y otra vez, que la diversidad es una regla de la naturaleza, la misma evolución es la explosión de la diversidad. La diversidad permite a los seres vivos adaptarse a un entorno cada día más complejo.
Que no nos engañen los conservadores, esos que no solo resistieron sino que se opusieron a aprobar las leyes de la vida progresista de la que hoy gozamos en la Ciudad, esos mismo que votaron contra los derechos igualitarios como la adopción homoparental, matrimonio igualitario, esos que se opusieron a dejar de criminalizar a quienes viven con VIH, conquista reciente mente lograda desde las fuerzas más progresistas y de izquierda; hoy es una realidad nadie puede ni debe ser criminalizado por vivir con VIH y eso es posible aún en contra de los conservadores que quieren cambio pero en rretroceso para perjuicio de las poblaciones vulnerables y ¡NO PASARÁN!. Ellos castigaron a quienes estudiaban la anatomía humana para mejorar la Medicina. Ellos prohibieron discutir la evolución de la especies. Pero ahora, vencidos por la Medicina y la Ciencias de la Naturaleza, ellos pretenden decir que la Biología enseña que sólo hay dos identidades sexo-genéricas. Falso, las ciencias biológicas apuntan exactamente en la dirección contraria. Sigamos defendiendo la luz de la ciencia. Responsamos claridosos a quienes se dejan dominar por el miedo, por sus oscuras fobias.
Nuestro Monumento a la Independencia es coronado por una Victoria Alada (NO es un ángel, debemos recordarle a nuestra muy patriarcal sociedad que es una mujer).
ELLA, una mujer, la victoria levanta su brazo derecho y nos corona a todas, a todos y a todes con los laureles del triunfo.
Y si se preguntan ¿Triunfo en qué? ¿Triunfo contra qué? La respuesta está en su mano izquierda, siempre a la izquierda, nuestra victoria alada lleva en ella un trozo de las cadenas que nos oprimían, que nos encerraban en la oscuridad de la ignorancia y del despotismo. La victoria alada nos recuerda la victoria contra la oscuridad el rompimiento con el viejo régimen.
Encendemos las luces de la Ciudad con los colores múltiples de la diversidad de género porque esa es la batalla en la que hoy debemos combatir todas, todos y todes, para evitar retrocesos, para evitar clasismo, racismo, fobias en su conjunto.
Liberemos nuestras ideas y pensamientos de las cadenas del miedo, no nos dejemos atar a la oscuridad y al odio. Tengamos confianza y salgamos juntas, juntos y juntes a triunfar, impongámonos contra cualquier miedo y conquistaremos otra vez, más y mejores libertades, porque esta Ciudad es de derechos, no de derecha.