Desde hace décadas, México y Estados Unidos han mantenido una relación comercial estrecha y compleja. Con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, ambos países, junto con Canadá, establecieron un marco de cooperación económica que permitió la eliminación de barreras comerciales y arancelarias, promoviendo el crecimiento económico y la integración de sus industrias. En 2020, este acuerdo fue reemplazado por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que actualizó sus disposiciones para adaptarse a los nuevos desafíos del comercio global.
Sin embargo, la relación comercial entre ambos países ha sido marcada por tensiones políticas y medidas unilaterales. Un ejemplo de ello es la reciente amenaza del expresidente y ahora presidente Donald Trump de imponer aranceles a productos mexicanos en febrero que se postergó hasta marzo, argumentando razones económicas y de seguridad fronteriza. Esta situación plantea interrogantes sobre la legalidad de estas medidas y sus posibles repercusiones en el T-MEC.
¿Es legal que Estados Unidos imponga aranceles a México bajo el T-MEC?
El T-MEC establece un marco de libre comercio entre los tres países, lo que significa que las importaciones y exportaciones entre ellos deben estar libres de aranceles, salvo en casos específicos acordados dentro del tratado. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos ha utilizado excepciones legales, como la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que le permite imponer aranceles por razones de seguridad nacional. En el pasado, esta disposición ha sido utilizada para imponer aranceles al acero y aluminio de México y Canadá, generando tensiones diplomáticas.
En este contexto, si Trump decide imponer aranceles sin justificaciones válidas dentro del T-MEC, México podría impugnar la medida a través de los mecanismos de resolución de disputas establecidos en el tratado.
¿Las medidas arancelarias de Trump violarían el T-MEC?
Si los aranceles impuestos por Estados Unidos no cumplen con las excepciones permitidas en el T-MEC, podrían ser considerados una violación directa del tratado. Algunos de los artículos clave que podrían verse afectados incluyen:
*Artículo 2.3 (Eliminación de Derechos Aduaneros): Establece que los países miembros deben mantener el acceso libre de aranceles a los productos originarios de la región.
*Artículo 31 (Solución de Controversias): Permite que los países afectados por medidas comerciales ilegales soliciten consultas y, en caso de no llegar a un acuerdo, recurran a paneles de resolución de disputas.
Si México considera que estas medidas son injustificadas, podría activar los mecanismos de disputa comercial contemplados en el T-MEC para exigir su eliminación o la aplicación de medidas compensatorias.
¿Podría esta situación generar una ruptura en el T-MEC?
Aunque una imposición arbitraria de aranceles podría aumentar las tensiones comerciales, no necesariamente significaría la ruptura del T-MEC. Sin embargo, sí podría debilitar la confianza en el tratado y en las reglas del comercio regional.
Además, la incertidumbre generada podría desalentar inversiones extranjeras y dañar la estabilidad de las cadenas de suministro que dependen de un comercio fluido entre México y Estados Unidos. Empresas de ambos países podrían enfrentar mayores costos y retrasos, afectando la competitividad de la región frente a otros mercados.
La posible imposición de aranceles por parte del gobierno de Trump representa una amenaza para la estabilidad comercial de México y podría tener consecuencias significativas en la relación bilateral. Aunque el T-MEC ofrece mecanismos para resolver disputas, el desafío radica en la voluntad política de ambas naciones para respetar y hacer cumplir las reglas del tratado. Ante este panorama, México debe prepararse para defender sus intereses comerciales y explorar alternativas para reducir su dependencia económica de Estados Unidos.
Académico de la Universidad del Valle de México Campus Zapopan