La ausencia de Raúl Padilla López, el reconocido gestor cultural de Jalisco fallecido el pasado abril, ha hecho mella en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y en las otras empresas culturales que impulsó a lo largo de su vida, eso es claro, pero lo grave es que el pasado lunes, durante el anuncio del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023, se hizo muy patente.
Y es que en la ceremonia donde se anunció a la poeta Coral Bracho como ganadora del galardón, no estuvo ninguna de las autoridades, que en años pasados solían siempre hacerse presentes, y optaron, todos, por mandar a sus representantes. Así que no estuvo Ricardo Villanueva Lomelí, rector general de la Universidad de Guadalajara; mandó a un representante. No estuvo Lourdes Ariadna González Pérez, secretaria de Cultura de Jalisco, pues mandó a un representante; tampoco acudió Pablo Lemus Navarro, alcalde de Guadalajara, ni Juan José Frangie Saade, alcalde de Zapopan; bueno, incluso no estuvo el presidente del Jurado del Premio, y quien leyó el Acta de la ganadora fue... una representante.
La conclusión es que se siente que ya no está el hombre fuerte de la FIL Guadalajara, pero también que con su ausencia no se ha terminado la pugna entre la UdG y el gobierno de Enrique Alfaro.
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