Los problemas administrativos en Canal 22, la televisora cultural de México, escalan y no acabarán pronto. Nos cuentan que a la par del aviso de que “se encuentra en proceso de definición” la fecha de pago correspondiente a la primera quincena de enero de este año para las personas servidoras públicas contratadas por honorarios asimilados, hay despidos y recorte de personal que ocupa direcciones y jefaturas en la televisora, porque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, nos anotan, requirió el recorte de alrededor de 20 plazas con ese nivel de toma de decisiones, aunque fueran trabajadores con más de 28 años de antiguedad, siendo madres solteras o periodistas con alto reconocimiento en el ámbito cultural. Incluso en telepasillo suenan reestructuras mayores, como que incluso podrían desaparecer la dirección de Noticias y que sea una oficina que dependa directamente de la dirección a cargo de Alonso Millán Zepeda, quien fue nombrado por la propia presidenta Claudia Sheinbaum un mes antes de su toma de protesta, y quien llegó, nos informan, con un equipo de “talentos”, a quienes les falta experiencia, pero les sobra amistad y disposición con el nuevo director que ya alista cambios profundos en la institución. ¿Cuánto dinero se necesitará, por cierto, para pagar tantas liquidaciones?
El plan de estocada contra José Areán
Ya habíamos hablado en esta columna sobre cómo el Patronato de la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY) traía mucha prisa para sacar a su director interino, José Areán. Nos cuentan que se había mantenido en el cargo en caso de que el gobierno entrante pusiera a su propio director. Ahora, dicen, Domingo Rodríguez Semerena, rector de la Universidad de las Artes de Yucatán y fundador de la OSY, está interesado en rescatar la orquesta y está constituyendo un comité para plantearle al gobernador que le deje de pertenecer a la Secretaría y pase a pertenecer a la Universidad de las Artes, tomando el modelo de otras orquestas nacionales que dependen directamente de una universidad. Una jugada para darle las gracias a José Areán. (Escríbanos a columnacrimenycastigo@gmail.com)