Nos cuentan que, además de que en la Sala Ixcateopan del Centro Cultural Acapulco (CCA) no han hecho ninguna exposición tras su rehabilitación por el paso del Huracán Otis (pues aseguran que aún faltan detalles por arreglar), los encargados del lugar andan metiéndose en problemas gratuitamente. Según los más enterados en temas culturales de Acapulco, el artista plástico Manuel Nava “Baick” se topó con pared al intentar montar una exposición en dicha sala porque le dijeron, de primera mano, que se cobraba por exponer, y que también tendría que pagar un poco más en caso de vender obra. La cereza en el pastel: no recibiría difusión. ¡Qué ofertón! Al artista, por cierto, no le dijeron cuánto le cobrarían, pero si le aclararon que para hablar con la directora tendría que esperar unos días “por seguridad”.

En septiembre se nombró a Nelly Solís Ramírez como encargada del Centro Cultural Acapulco; entonces, ciertas voces criticaron su nombramiento por considerar que no tenía el perfil idóneo. Nos cuentan que el CCA es un lugar donde no se acostumbra cobrar y que se caracteriza —en el pasado, al menos— por abrirle la puerta a los artistas. ¿Será que en Acapulco tienen que enfrentarse no sólo a los estragos del huracán y las cuitas que padece la cultura en el país, sino a los misterios de la burocracia y sus extraños manejos? El olfato nos dice que la respuesta que vendrá a todo este lío es que el CCA aún no puede tener exposiciones (actualmente hay obras en el drenaje del inmueble) y que a lo mejor, si no nos equivocamos, se van a querer deslindar de lo que pasó con “Baick”, pero de ser el caso, ¿para qué responderle algo así al artista? Lo que también sabemos es que el tema ya está moviendo las aguas a nivel estatal en la comunidad cultural. Escribanos a columnacrimenycastigo@gmail.com

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