Nos cuentan que el Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán (MACAY) no sobrevivió a las labores de restauración que ha realizado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el Ateneo Peninsular, histórico recinto que albergó al museo por casi 30 años. En días recientes nos enteramos que don Diego Prieto acudió con la presidenta Claudia Sheinbaum a “inaugurar” el nuevo Museo del Tren Maya, en donde colocaron algunas piezas para el recorrido que hicieron los funcionarios. La comunidad cultural de Yucatán nos hizo saber que todo se inauguró a medias, porque ni se han terminado las obras de restauración y quedan muchos pendientes, como la Fototeca del Centro INAH Yucatán, una tienda de artesanías y la creación del Museo de Historia de Yucatán, que son sólo algunas de las promesas. En medio de todo se encuentra el futuro del MACAY, ya que los más pesimistas cuentan que el museo no volverá al Ateneo porque casi todo su acervo se encuentra ya en otros lugares para su resguardo y no hay nadie que se encargue de volverlo a unir. El director del INAH afirmó que se tiene contemplado al MACAY, que es cosa de platicar con el gobierno del estado y con la Fundación García Ponce, respuesta que nos sorprendió porque ¿en tres años de labores de restauración no se han sentado a conversar sobre el futuro de este museo? ¿Será que el MACAY volverá al Ateneo o es una decisión para expulsar de ahí al burgués arte moderno apoyado por conocidas familias antiguas yucatecas?
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