La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) cerró ayer su edición 2024 con excelentes números. Superó por cerca de 50 mil asistentes la cifra que logró el año pasado llegando ahora a más de 907 visitantes, eso sumado a que tuvo un crecimiento de 35% en venta de libros, que es una gran noticia para una industria editorial mexicana tan golpeada en los últimos años. Pese a las buenas nuevas, la FIL de Guadalajara se quedó con las ganas de tener la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum, que se especulaba podría aparecerse por Jalisco para la toma de protesta del gobernador Pablo Lemus, y quizás, con suerte acercarse a la FIL. También, y eso si era parte de su programa oficial, se quedó con el anuncio pero sin la presencia, de varios funcionarios de la llamada Cuarta Transformación, que estaban en el programa de la FIL, pero cuyas actividades se cancelaron o a las que simplemente no llegaron. Entre ellos el secretario de Educación Pública, Mario Delgado; la secretaría de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, cuya presencia estaba anunciada para el primer fin de semana de la feria, así como la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada. A pesar de estas ausencias, el encuentro literario y de pensamiento cerró con un gran ánimo de que se retejen mejores lazos y tiempos políticos. Desde la inuaguración se ratificó al equipo que encabeza la directora Marisol Schulz, y se anunció la llegada de José Trinidad Padilla López —hermano de Raúl Padilla, fallecido en abril de 2023— como presidente de la que es la más importante feria del libro del mundo en español.
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