Si es que los cuerpos “no humanos” que presentó Jaime Maussan en la Cámara de Diputados el pasado 12 de septiembre tienen huesos de hace mil años, su extracción tanto de las tumbas en Nazca, como de Perú, pudo haber sido ilegal. Por eso el Ministerio de Cultura de Perú dijo estar revisando la situación legal y mencionó una posible denuncia contra la persona que sacó los restos de ese país.
Al respecto, el INAH afirma que “no ha recibido solicitud alguna respecto a esta situación ni ha sido requerido por parte de alguna autoridad". "El Instituto estará atento, dispuesto a colaborar y a actuar en el ámbito de sus competencias, en lo que las autoridades determinen”, agrega.
Sin embargo esa parece postura un tanto chambona por parte del Instituto, institución que es una de las que ha aplaudido, junto con la Secretaría de Cultura, la iniciativa de ciudadanos y gobiernos de otros países, de regresar vestigios a México, sin haberlo solicitado. ¿Será que la tensión que hay entre AMLO y el gobierno de Perú es lo que impide que el INAH tenga una participación más activa en este caso?.
El predial impide protección del cine
La Cineteca Nacional, institución dedicada a la conservación y preservación de la memoria cinematográfica de México, ha volcado sus esfuerzos en ampliar su exhibición, dejando de lado sus demás tareas sustanciales. Es preocupante señalar que, tal y como lo afirmó Alejandro Pelayo, director de la institución, la mayoría del Fideicomiso otorgado por el Gobierno Federal se va en el pago del predial de la sede de Xoco, en Coyoacán. Y no sólo eso, sino que, la reciente apertura de la sede del Centro Nacional de las Artes absorbió 48 millones de pesos de los autogenerados de Cineteca, lo que partió a la mitad el dinero que la Cineteca genera al año.
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Esta situación es alarmante para el patrimonio y para los trabajadores dedicados a la restauración y preservación de materiales fílmicos, quienes, desde que comenzó la administración, han denunciado el abandono en el que se encuentran y el riesgo que corren sus trabajos. Ahora que las bocas que alimentar se incrementaron por la apertura de la sede de Cenart, y crecerán más el año siguiente por la construcción de la sede de Chapultepec, el futuro de los proyectos para restaurar y preservar el cine nacional es incierto. No quitaremos el dedo del renglón.