En una de las mayores coincidencias entre la naturaleza y los discursos ideológicos de la 4T, la estatua del exmandatario Felipe Calderón Hinojosa, ubicada en el Centro Cultural Los Pinos, fue tirada de su pedestal por la caída de un árbol, provocado por las lluvias de la temporada, según informaron autoridades.
Sorprende que, de entre los cientos de árboles que se encuentran en los jardines de la que fue la residencia oficial presidencial, tuviera que caer justo el que se ubicaba a un costado de la figura de Calderón, enemigo número uno de la transformación y presunto culpable del desastre de seguridad y violencia que vive hoy el país.
De acuerdo con versiones en redes sociales, la caída de la estatua (como si hubiera dado un borrachazo...) se suscitó el viernes pasado; nos llamó la atención que la efigie permaneciera tirada varios días, envuelta en una bolsa negra de plástico para evitar mayor daño.
Y como en esta columna no creemos hasta que lo vemos, acudimos a Los Pinos para constatar que la figura no estaba en su lugar y, en efecto, la Calzada de los Presidentes tiene todas sus estatuas, excepto la de Calderón. El basamento luce vacío y con daños, no así la placa, que se conserva en buen estado.
Nos comunicamos con el área de prensa de la Secretaría de Cultura para saber más detalles de la estatua, así como si será restaurada y recolocada, pero dijeron que no darán información al respecto.
Hay algunas interrogantes sobre el asunto, por ejemplo, si sufrió daños ocasionados por la caída y cuánto tardarán en colocar de nuevo la escultura.
Ahora sí que “haiga sido como haiga sido”, los visitantes de Los Pinos ya cuentan con una nueva atracción: más de uno apreció el pedestal con daños y aprovechó para tomarse una foto.
¿Este caso será como el del monumento a Colón, que fue retirado de Reforma y luego arrumbado en una bodega hasta quién sabe cuándo...? Veremos.
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