La soprano Eugenia Garza, quien interpreta de manera alternada a Mimí, personaje central de La Bohème, de Giacomo Puccini, denunció que durante “una función” que en días recientes presentó la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes vivió un incidente bastante complicado. En un video que subió hace tres días a Youtube cuenta que una cantante, Pilar Romero, quien interpreta a la Musetta, tenía la mano apoyada en las luminarias, mientras grababa la función desde su celular. Garza dice que Romero no dejaba que la luz le diera bien en el rostro y que, además, su celular no le permitía concentrarse para interpretar su rol. El asunto no debería pasar de ser un inconveniente más, pero Garza cuenta que, en cinco o seis ocasiones, le pidió que dejara de grabar y le explicó que la distraía. Como la respuesta no fue positiva, la sujetó del brazo y le pidió que saliera del área, a lo que ella se negó. El personaje de Mimí, cabe recalcar, aparece en el acto I, mientras que la Musetta sale en el acto II. Lo verdaderamente grave sucedió cuando Romero se quejó ante Derechos Humanos, dice Garza, por el altercado. La cantante argumenta que ninguno de sus compañeros de elenco tiene permiso para grabar, lo cual se firmó previamente; suponemos que hubo testigos. Garza contraargumenta con su derecho a no ser grabada sin su consentimiento y cuestiona cómo alguien puede poner en riesgo una producción en el Palacio de Bellas Artes. Nos comparten las grabaciones que Romero subió a redes sociales, donde se aprecia claramente que se trata del Palacio. Ante todo esto sólo queda preguntar ¿dónde están los controles de Bellas Artes que permiten esta clase de altercados? Porque allí también parece que alguien les tapa la luz.
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