Nos cuentan que después de que la gente del INBAL viera que en el Crimen y Castigo del lunes se informó que a Daniela Liebman, una de las pianistas jóvenes mexicanas más destacadas, no se le permitiría ensayar en Bellas Artes (como si sólo tuvieran un piano en el Palacio), la Orquesta Filarmónica de Jalisco fue contactada de inmediato.
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La petición que se le hizo fue sencilla: ponerse de acuerdo para ver a qué hora le quedaba bien a Liebman acudir a su ensayo. Pues sí, ¿cómo van a quedar mal las autoridades con una pianista jalisciense reconocida a nivel internacional, la invitada especial de la Filarmónica, después de que ya regaron la pólvora con aquello de que " la CDMX también es tu casa"? Algo queda muy claro después de esta lección: a los del INBAL les gusta hacer las cosas difíciles.
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