Por: Iván Carrillo
Desde el icónico escenario del círculo rojo en TED 2024, Kristine McDivitt Tompkins, ex CEO de Patagonia y filántropa, demuestra cómo la élite mundial puede usar su riqueza para forjar un legado que trascienda generaciones a través de la conservación ambiental.
Recientemente, el gobierno de Brasil propuso un gravamen global a los multimillonarios, una medida apoyada por figuras como el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en busca de un mundo más equitativo. Mientras esta propuesta se debate en la escena internacional, hay acaudalados que demuestran que su mayor contribución no tiene que ser necesariamente monetaria.
Tal es el caso de Kristine McDivitt Tompkins, ex CEO de Patagonia, quien junto a su ya fallecido esposo, el empresario y filántropo Douglas Rainsford Tompkins, construyó un legado de conservación en Chile y Argentina sin parangón.
Desde su retiro del mundo corporativo, Kristine ha dedicado su vida a proteger y restaurar la belleza y biodiversidad natural en Sudamérica. A través de Tompkins Conservation y sus organizaciones afiliadas, Rewilding Argentina y Rewilding Chile, ha sido fundamental en la creación o expansión de 15 parques nacionales en ambos países, incluyendo dos marinos, protegiendo cerca de casi 6 millones de hectáreas, poco menos que el territorio de Irlanda.
Esto la consolida como una de las filántropas más exitosas en la orientación de parques nacionales en la historia. “Y para mí, el antídoto contra la desesperación es actuar. La acción más directa en Tompkins Conservation es ser parte del movimiento global de reverdecimiento de la Tierra”, expresó Kristine desde el escenario del círculo rojo en la más reciente versión de TED 2024 en Vancouver.
“Rewilding”, según Kristine, significa "permitir que la naturaleza antigua tenga el espacio y la libertad de curarse a sí misma". Este proceso no solo busca salvar el entorno natural, sino también inspirar activismo y fomentar la vitalidad económica a través del turismo ecológico y la educación ambiental. “Nos comprometimos a salvar tanto hábitat salvaje como pudiéramos, inicialmente simplemente comprando terrenos”, dijo durante su charla, enmarcada en el segmento de 'Soñadores'. Esta tierra, después de ser restaurada, fue donada en forma de nuevos parques nacionales a Argentina y Chile.
Pero la visión de Kristine va más allá de proteger grandes territorios; busca asegurar que estos ecosistemas sean resilientes y estén conectados. “No puedes pintar una obra maestra a menos que tengas el lienzo. Pero una vez que el territorio está asegurado a largo plazo, nos comprometimos a ir más allá de la conservación de la tierra, estableciendo nuestros objetivos para dejar ecosistemas completamente funcionales”. Esto implica determinar qué especies están desaparecidas o cuyas poblaciones son bajas y frágiles, y comprometerse a traerlas de vuelta.
A sus 73 años, Kristine reflexiona sobre el alcance de su trabajo: “Por primera vez en mi vida empresarial y de conservación, sé que no veré el final de esta nueva historia. Pero eso está bien para mí. De hecho, como dijo un amigo muy sabio, 'si tu misión de vida puede ser lograda en tu tiempo de vida, entonces no estás pensando lo suficientemente en grande'”. Su mensaje final en TED fue una llamada a la acción personal y colectiva: “El primer paso para salvar la naturaleza es el reverdecer de nuestras propias mentes”.
Periodista de ciencia y panelista de 1.5 grados para salvar al planeta