MSc. Ing. Alfonso Rico Álvarez / Comité de Gerencia de Proyectos del CICM
Ing. Santiago Rico Galindo.
En países en vías de desarrollo, como México, muchos de los proyectos de infraestructura que se construyen no se realizan de forma óptima, porque existe un crecimiento acelerado y desordenado de las zonas urbanas por falta de planeación. Generalmente, las ciudades no cuentan con espacios y recursos suficientes para realizar los proyectos que son necesarios. En el caso de las zonas interurbanas, en pocas ocasiones se considera la liberación de los derechos de vías terrestres e hidráulicos, de forma anticipada, lo que resulta en mayores costos y tiempos de ejecución.
Considerando además que, en los países en vías de desarrollo, los presupuestos se deben destinar prioritariamente a educación, salud y seguridad; los pocos recursos destinados a la infraestructura deben optimizarse al máximo para lograr proyectos que aseguren el desarrollo y competitividad del país, a la par que contribuyan a la generación de más y mejores empleos.
¿No deberían estos países, incluyendo a México, ser los mejores planeando y administrando el uso de sus recursos?
Planeación de los Proyectos de Infraestructura. La planeación es un proceso complejo que parte de un diagnóstico de la realidad del país y las necesidades en cuanto a vías de comunicación, aeropuertos y puertos, vivienda, energía, agua potable, alcantarillado y transporte, etc. Dada la escasez de los recursos disponibles, tanto humanos como materiales, pero sobre todo financieros, es importante que una vez identificadas en función de la oferta y la demanda los proyectos, éstos se jerarquicen de acuerdo con su impacto en la población, su rentabilidad y factibilidad.
Una adecuada planeación requiere estudios técnicos detallados de los proyectos y para ello es necesario contar con equipos especializados de profesionistas que participen para encontrar las mejores soluciones. Importante también es considerar la opinión de la población con relación a los proyectos y estimar los posibles conflictos que pudieran surgir.
Una vez identificadas las mejores alternativas, se deben desarrollar los proyectos de ingeniería específicos.
Por lo anteriormente expuesto, un país como México se beneficiaría al contar con un Instituto de Planeación Autónomo, que permita optimizar las inversiones que se realizan en infraestructura y desarrollar esfuerzos de planeación de mediano y largo plazo (10 a 50 años).
Planificar adecuadamente las obras de infraestructura, no solo genera ahorros a los países, sino que además ayuda a tener economías bien conectadas y centros urbanos que ofrezcan una mayor calidad de vida para sus habitantes y visitantes.
Gerencia de Proyectos de Infraestructura. Para lograr que los proyectos se realicen óptimamente, es indispensable contar con una gerencia de proyectos, desde su etapa conceptual, de factibilidad, hasta su ejecución y puesta en operación.
La gerencia de proyecto tiene la responsabilidad de dirigir y coordinar todas las actividades multidisciplinarias necesarias para poner en marcha un proyecto dentro del tiempo, costo y calidad estipulados. Las principales actividades de la gerencia de proyectos incluyen: la preparación del proyecto conceptual, los estudios técnicos, ambientales, socioeconómicos, análisis de prefactibilidad y factibilidad, desarrollo del proyecto ejecutivo, la liberación de derecho de vía, la licitación de la construcción, la construcción del proyecto, la supervisión, el control y aseguramiento de calidad de la obra, así como su puesta en operación, controlando los recursos asignados y presupuestos de cada etapa.
Algunos ejemplos de proyectos que han sido bien planificados, entre ellos el sistema de transporte colectivo Metro de Ciudad de México, que inició sus operaciones en 1969, cuenta actualmente con una longitud de red de más de 200 km, con 195 estaciones, y tiene planes de expansión hasta el año 2040. Otro ejemplo de planeación a largo plazo ha sido el diseño de un Sistema de Autopistas Interestatales y de Defensa, en Estados Unidos que comenzó en 1956 y actualmente cuenta con más de 75,000 km.
Repercusiones en el Desarrollo del País y en el Sector de la Construcción. Las ideas expuestas con anterioridad nos hacen reflexionar acerca del tipo de país que queremos ser. Si aspiramos tener un país con altos índices de desarrollo humano y material, debemos optimizar todas las inversiones que se realicen, particularmente en el caso de la infraestructura, ya que ésta suele consumir cuantiosos recursos.
En México, al no haber una cartera de proyectos de infraestructura en sus distintas fases, cada nueva administración enfrenta el reto de terminar proyectos inconclusos de administraciones anteriores, o iniciar el análisis de nuevos de proyectos de infraestructura que muy probablemente quedaran inconclusos.
Conclusiones:
· Para que México pueda llegar a ser un país próspero y desarrollado, se requiere optimizar los recursos y para lograrlo necesita contar con instituciones autónomas en planeación, que destinen los recursos a proyectos prioritarios de alto impacto socioeconómico, financieramente rentables y que cuenten con el apoyo de la población y los mecanismos de gestión necesarios para poder cumplir su función.
· Tan pronto sea definida la necesidad de un proyecto, debe constituirse una gerencia de proyectos, para la optimización de los recursos y seguimiento de las diferentes etapas,
desde el diseño conceptual, su análisis de prefactibilidad, hasta su ejecución y puesta en operación.
· México se beneficiaría al contar con un Instituto de Planeación Autónomo, con presupuesto propio y especialistas calificados de diferentes disciplinas, que permita, en conjunto con los Institutos de Planeación Estatales, optimizar las inversiones y asegurar el desarrollo de proyectos transexenales.