Ing. Juan Escobedo Vielma
Secretario del comité de Energía del CICM.
Las energías verdes se están imponiendo mundialmente, especialmente la eólica y la solar, con una alta tasa de expansión y evolución tecnológica. Este crecimiento acelerado se ha estado dando particularmente en Europa, China, India y recientemente en los Estados Unidos, este último con nuevas políticas para acceder rápidamente a fondos públicos, tal es el caso del Inflation Reduction Act, que pretende incrementar y dinamizar el mercado de renovables con una bolsa de $370 mil millones de dólares para el segmento de Energy Security and Climate Change.
En Latinoamérica existe un amplio interés para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sustentable ODS 7 (“garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos”) y cubrir sus necesidades energéticas con recursos renovables cada vez más económicos; los más adelantados en esta transición energética han sido Uruguay, Costa Rica, Colombia, Brasil, Chile y México. Otros, como Puerto Rico, quieren dejar de depender de los hidrocarburos importados para la generación eléctrica siendo su objetivo contar con el 100% de su energía suministrada por las renovables al 2050.
En México, al cierre del 2021, las energías limpias renovables representaban el 24.9 % de la generación total, es decir: 81,825.43 de 328,597.98 GWh anuales, esto de acuerdo al último reporte de la SENER (PRODESEN 2022-2036), la eólica alcanzó el 6.4% (21,074.87 MWh).
El National Renewable Energy Laboratory (NREL) de Estados Unidos emitió un reporte en abril del 2022 donde evalúa el potencial de las energías limpias en México y las vías de implementación rápida de las tecnologías para alcanzar la meta de generación con recursos renovables del 35% al 2024, 37.7% al 2030 y 50% al 2050, establecida en la Estrategia de Transición para Promover el Uso de Tecnologías y Combustibles más Limpios de la Ley de Transición Energética, y la reducción de emisiones de gas invernadero al 35% para el 2030 anunciado en el COP 2027.
De acuerdo a este reporte, el potencial nacional eoloeléctrico es de 3,670 GW, sin embargo, la capacidad instalada al 2021 era de 7,154 MW.
El primer parque eólico instalado y operando en México fue “La Venta”, ubicado en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, el cual inició sus operaciones por CFE en 1994 con una capacidad instalada de 1.575 MW (7 aerogeneradores de 225 kW c.u.) 1, siendo el primer proyecto prototipo en su tipo en América Latina y con el cual se comprobó el potencial de la región del istmo.
El 8 de febrero de este año el Presidente Andrés Manuel López Obrador anuncio la posible instalación de 4 parques eólicos que serán administrados por CFE y financiados por la banca de EEUU.
Es importante resaltar que estos proyectos en Oaxaca, no han estado exentos de la problemática social, por lo que se ha debido hacer un trabajo importante de gestión, ya que hay voces a favor y en contra entre los comuneros.
Adicional a lo anterior, la española Siemens Gamesa canceló los contratos de renta de tierras a 500 campesinos dueños de dos mil hectáreas donde se iban a invertir 600 millones de dólares destinados a la construcción del parque eólico el Sauzal de 150 MW de capacidad.
Con relación al estado de Baja California Sur, en octubre de 2022 y después de 2 años de construcción, la empresa estadounidense Eurus Energy America Corporation, cuyo propietario mayoritario es la compañía Toyota Tsusho Corporation, arrancó la operación comercial del primer parque eólico en Baja California Sur, denominado Coromuel 2, con una capacidad de 50 MW y que integra un sistema de baterías de 10 MW que da confiabilidad a la red eléctrica, controlada a su vez por el sistema inteligente de gestión GEMS de Wärtsilä que permite ajustar la corriente de acuerdo a la intermitencia del viento, eliminando los efectos adversos en las líneas de transmisión.
En Tamaulipas, con un potencial eólico 22,558 MW, solo hay 2.3 MW en operación; además, la Comisión de Energía del estado suspendió por lo menos 30 proyectos eólicos por falta de líneas de transmisión de la CFE3; por lo tanto, para impulsar la generación, la SENER anunció una inversión aproximada de 8 mil millones de pesos encaminados al desarrollo de la infraestructura necesaria.
El recién anunciado plan Sonora igualmente está contemplando integrar la generación eólica, sin embargo aún no se encuentran disponibles los datos generales, aclarando que la generación fotovoltaica es la que dominará con el desarrollo de cinco centrales fotovoltaicas.
Ante esta información presentada se dilucida que:
1. México tiene un gran potencial de generación eléctrica, el cual debe aprovecharse para cubrir la nueva demanda de la población e industria que tiene objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero, obtención de financiamientos internacionales con bonos verdes, etc.
2. Se abre en México una inmejorable oportunidad de captación de recursos por las empresas para apoyar los planes de Estados Unidos planteados en el IRA aprovechando las cláusulas del TMEC y el reciente Nearshoring;
3. Deberá haber un acercamiento en el ámbito de investigación y desarrollo aplicando criterios de transferencia tecnológica;
4. México estaría en posibilidades para lograr acuerdos de exportación de energía eléctrica bajo los criterios de energía limpia a través de los nodos de exportación ya establecidos e instalar más si es necesario;
5. Una oportunidad para la creación de empleos y dinamización de economías locales;
6. Explotar las nuevas capacidades en beneficio de la industria eléctrica mexicana;
Referencias:
1. La Energía eólica en México, una perspectiva social sobre el valor de la tierra, Comisión Para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México; 2. https://www.eolicacoromuel.com/espanol;
3. Periódico Reforma: Apaga Tamaulipas en 2023 inversión en parques eólicos, 08 diciembre 2022, versión digital;