Comité Técnico Infraestructura del CICM

Ing. Sergio Aguilar Sanders

La infraestructura requerida va cambiando por diversos motivos (políticas interiores, políticas exteriores, políticas de terceros países, crecimiento poblacional, políticas económicas, fenómenos naturales, el cambio climático, entre muchos otros) y debe ser identificada y adecuada de manera conjunta mediante un diálogo entre los académicos, la iniciativa privada y los gobiernos para sacar el máximo provecho para la sociedad.

Un ejemplo de la planeación es lo que propuso la Organización de las Naciones Unidas después de muchos análisis y estudios el 25 de septiembre de 2015 “La Asamblea General de la ONU adoptó hoy la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia.” (1) en las cuáles queda claro que cualquier persona o gobierno, buscamos los mismos objetivos y que una agenda a 5 ó 10 años es insuficiente para que sea alcanzable, por lo cual se propuso por 15 años en una primera etapa.

Cada país (dentro de sus posibilidades) debe buscar plantear un programa de infraestructura a mediano y largo plazo, en el cual se entienda no solo como la construcción de infraestructura nueva, sino la adecuación de la existente, así como el mantenimiento de esta para que no pierda los niveles de servicio para los cuales fue diseñada.

Un ejemplo de cambio de políticas de terceros países que nos impactan, son los requerimientos de nueva infraestructura que hoy en día tenemos por el “nearshoring” el cual está demandando nuevos parques industriales en donde se puedan asentar nuevas empresas, los cuales deben ir acompañados de servicios como son agua, energía, gas, vialidades e inclusive vivienda.

Otro ejemplo por el cambio climático, lo vemos en la menor disponibilidad de agua potable y nos damos cuenta de que debemos dar un mantenimiento mucho mayor a nuestras instalaciones hidráulicas, como presas para reducir filtraciones, mantenimiento a las tuberías y canales con el mismo objetivo y reducir pérdidas de agua. Lo mismo aplica para otros tipos de infraestructura del sector energía y transporte.

De hecho “El Banco Mundial estima que los países en desarrollo necesitan invertir alrededor del 4,5 % del PIB para logar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, al mismo tiempo, limitar el calentamiento global para que no supere los 2 grados Celsius adicionales.(2)”

En relación a cambios de políticas internas, el posible cambio de algunas dependencias fuera de la Ciudad de México, nos lleva nuevamente a los requerimientos de servicios que debe haber previamente en las ciudades de destino antes de que se desee realizar el movimiento.

Dicho lo anterior ¿cuáles son los pilares de la infraestructura sostenible?

Debemos iniciar con la parte social. El objeto de la infraestructura es dar un servicio a la sociedad en sus diferentes ámbitos: vivienda, edificación, agua, energía, gas, escuelas, hospitales, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, hotelería y centros comerciales, entre muchos otros. Debemos considerar en todo momento a todos los involucrados “stakeholders” en cada uno de estos proyectos (ya sea a favor o en contra), con el objetivo de obtener el mejor resultado posible y mitigar los probables riesgos.

Otro pilar es el medioambiental. No se puede negar el cambio climático y los efectos que están teniendo sobre el planeta, como las sequías, incendios, huracanes, todos ellos cada vez más frecuentes y con un mayor impacto. Una forma de reducir la velocidad del calentamiento global se logra elaborando buenos estudios de impacto ambiental. Otro, adecuando la infraestructura existente o construyendo nueva para las nuevas tecnologías, como son los autos eléctricos que contaminan menos para lo cual hay que instalar más “electrolineras” (estaciones de carga de vehículos eléctricos).

El último, pero no menos importante pilar es el económico. La infraestructura debe considerar desde su concepción, el costo de la planeación, estudios, proyecto ejecutivo y construcción. Pero no para ahí, adicionalmente debemos considerar de origen, los recursos que serán necesarios para su operación, mantenimiento y ampliaciones o adecuaciones futuras. No olvidemos que el conocimiento, calidad y experiencia en todas las etapas juega un papel fundamental, ya que gracias a ellos los costos de construcción, mantenimiento y operación podrán ser mayores o menores.

Estos pilares nos llevarán a tomar una mejor decisión de una infraestructura sostenible, entendiendo los beneficios sociales, medioambientales y económicos, los cuales deben mantenerse en todo momento independientemente de los cambios indicados en el primer párrafo.

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