Dr. Juan Carlos Tejeda González
Coordinador del Comité de Medio Ambiente y Sustentabilidad del CICM
En los últimos años México tomó la decisión de apostar por el desarrollo de la infraestructura en una de las regiones más conservadas ambientalmente del país, priorizando el fomento del crecimiento económico de la región y del bienestar social, por sobre la conservación ambiental. No cabe duda de que los argumentos eran suficientemente sólidos, ya que era necesario dar atención a la construcción de infraestructura en una región del país que lo requería; sin embargo, no es posible desarrollarse sin afectar los recursos naturales o el equilibrio ecológico del área que se pretende mejorar.
A varios años del inicio de los megaproyectos que se edificaron en el sur y sureste de México, los efectos ambientales aún no terminan de mostrarse en su totalidad. Los impactos más fuertes no vienen de lo que se ha hecho hasta el día de hoy, sino que llegarán poco a poco, año con año, de la mano de los desarrollos asociados a dichos megaproyectos: ampliación de zonas turísticas y urbanas, más infraestructura carretera, aeroportuaria, ferroviaria y de servicios. La deforestación y el cambio de uso de suelo serán los efectos más devastadores por sus características acumulativas; la contaminación del suelo y las fuentes seguras de agua, la generación de residuos será exponencial y las emisiones de CO2 se intensificarán.
Lo anterior es algo que los países que identificamos como “desarrollados” conocen muy bien, ellos siguieron el camino de agotar sus recursos naturales para incrementar su desarrollo; sin embargo, lograron ver las consecuencias de sus acciones – el agotamiento de sus recursos naturales y la afectación de la salud de sus poblaciones y ecosistemas – y han sido ellos quienes han impulsado la agenda del desarrollo sostenible y la conservación del ambiente a nivel internacional desde hace ya casi 65 años. Si ponemos atención, países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, etc., incrementaron sus estándares ambientales y castigaron severamente la contaminación y el desarrollo de proyectos sin una evaluación de impactos ambientales. Esa política logró que las grandes corporaciones migraran sus fábricas a países con menores restricciones ambientales, como México, China, India, entre otros de características similares. Las empresas no sólo migraron por la búsqueda de una mano de obra más barata, sino también por la búsqueda de países en donde el costo ambiental asociado al desarrollo no fuera tan alto, en comparación con sus países de origen. Una de las grandes discusiones en materia ambiental en todo este tiempo ha sido entonces ¿cómo podemos alcanzar un desarrollo económico y un bienestar social incluyente, sin comprometer la totalidad de los recursos naturales?
Para contribuir a responder esta pregunta estratégica, en 2022 el Colegio de Ingenieros Civiles de México tuvo su Primer Foro Ambiental “Infraestructura, Medio Ambiente y Sustentabilidad”, que fue un parteaguas en el desarrollo de actividades tanto al interior del Colegio, como hacia la sociedad a la que nos debemos. En los últimos años, el Comité de Medio Ambiente y Sustentabilidad (CMAS) del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) ha fortalecido su trabajo tanto en número de integrantes como en disciplinas que lo integran, logrando mantener los objetivos claros del fortalecimiento de la planeación en el desarrollo de la infraestructura, la consolidación de la Evaluación Ambiental Estratégica y la Evaluación de Impacto Ambiental en la toma de decisiones referente al desarrollo de infraestructura, y la actualización necesaria del marco jurídico ambiental mexicano, sin olvidar temas fundamentales tanto de interés nacional como de nuestro gremio, como lo son los impactos sociales, la gestión de los recursos naturales y el manejo de residuos.
Ahora bien, desde el CICM consideramos que el incremento de la infraestructura en México es fundamental para el desarrollo del país y la consecución del bienestar de la población; sin embargo,
creemos que es necesario no olvidar que las formas de lograr tales objetivos importan. Ante los retos de seguir contribuyendo al desarrollo del país y nuestra responsabilidad ante la sociedad, en el CICM, a través del CMAS, nos encontramos preparando el Segundo Foro Ambiental, con el objetivo de fortalecer el desarrollo de una infraestructura sostenible en México, y continuar el diálogo entre las distintas profesiones para alcanzar un desarrollo sostenible y el bienestar para todas y todos los mexicanos.