Angélica Lozano
Coordinadora del Subcomité de Movilidad Urbana
del Comité de Infraestructura del Transporte,
del Colegio de Ingenieros Civiles de México
De acuerdo a la última Encuesta Origen-Destino de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), en esta metrópoli se realizan diariamente cerca de 35 millones de viajes, de los cuales el 68 por ciento utiliza algún vehículo. La mayoría de los viajes son largos y están conformados de tramos realizados en varios medios de transporte. Por ejemplo, un viaje puede empezar caminando, seguir en pesero, continuar en otro pesero, continuar en metro y terminar en taxi. La gente gasta más de 40 minutos en promedio, en cada uno de los medios de transporte siguientes: pesero, automóvil y metro (por viaje), lo que es impresionante. Los viajes en metro son muy largos, en comparación con los realizados en otros medios de transporte público. Lamentablemente, con pocas excepciones, los otros medios de transporte utilizan la red vial que está congestionada por largos periodos.
De los viajes que utilizan algún vehículo en alguno de sus tramos, el 48 por ciento utiliza pesero, el 30 por ciento automóvil, el 19 por ciento metro y el 6 por ciento taxi; los otros medios de transporte son utilizados en porcentajes menores. Cabe señalar que la suma de estos porcentajes supera al 100 por ciento debido a que un mismo viaje puede contener tramos en medios de transporte diferentes.
Los habitantes de la ZMVM necesitan ir de sus orígenes a sus destinos de la mejor manera, y lo hacen con lo que tienen a la mano. Gran cantidad de viajes tiene origen/destino en los distritos céntricos de la ZMVM, que es donde se concentran las actividades económicas y además existe el mejor transporte público. En contraste, los distritos ubicados fuera del Circuito Interior, y más aún aquellos ubicados fuera del Anillo Periférico, carecen de suficiente transporte público de calidad, por lo que las opciones que tienen sus habitantes son utilizar pesero o automóvil (y últimamente motocicleta). De los cerca de 22 millones de habitantes, sólo el 24 por ciento habita en distritos ubicados al interior del Anillo Periférico.
Al evaluar la relevancia de cada medio de transporte, con base en la cantidad de viajes y el tiempo de recorrido, se obtuvo que, los medios más relevantes en la ZMVM son pesero, automóvil y metro, en ese orden, los cuales quedan muy por arriba de los otros medios de transporte. Dicho estudio también reveló que, aunque en las zonas periféricas no hay metro, éste tiene el segundo o tercer lugar en relevancia en todos los distritos, incluyendo en aquellos donde habita la población con mayor marginación urbana. El metro es utilizado en estos distritos, a pesar de que esté lejos. En el 70 por ciento de los distritos no hay metro.
El metro puede reducir considerablemente la cantidad y la duración del gran número de viajes que actualmente se realiza en automóvil y pesero. Si muchos de estos viajes se hicieran en metro, se reducirían tanto el tiempo de viaje (mejorando la calidad de vida de los habitantes), como las emisiones generadas por los vehículos en la red vial (ya que gran cantidad de automóviles y peseros serían eliminados de circulación).
En general, la ZMVM requiere una red que integre todos los medios de transporte y la caminata, haciendo rápido y fácil el paso de uno a otro, donde el metro o bien trenes y tranvías formen la parte troncal, y donde vehículos de transporte público la alimenten; dichos
vehículos deberán ser considerablemente mejores que los peseros actuales, en eficiencia energética, calidad de servicio y seguridad.
Claro que, se necesita mejorar y ampliar sustancialmente la red del metro, rediseñándola de acuerdo a los orígenes y destinos de los viajes de sus habitantes y a la cantidad de dichos viajes (demanda), y acorde a la ciudad que queremos en el futuro (lo que debiera estar plasmado en los planes de desarrollo urbano).
Se dice que el metro es costoso, sin embargo, esto no es cierto a largo plazo. Los trenes y las instalaciones del metro pueden durar varias décadas, mientras que los autobuses sólo duran pocos años. Y aunque el metro fuera un poco más costoso, la calidad de vida y la salud de la población de la ZMVM, y la protección al planeta ante el cambio climático, lo valen.
Algunas recomendaciones para las autoridades son las siguientes: invertir en metro, trenes y tranvías; mejorar el resto del transporte público en cuanto a cobertura de las rutas, calidad del servicio, tecnología y eficiencia energética de los vehículos; seleccionar soluciones de movilidad que sean realmente sostenibles (que no sólo lo parezcan) mediante evaluaciones integrales multicriterio; implementar medidas para mejorar el transporte de carga (ya que todos somos consumidores) e involucrar a todos los sectores relacionados.
En general, la ZMVM, como todas nuestras ciudades, requiere planificar la movilidad a nivel metropolitano o regional, y a corto, mediano y largo plazo, evaluando aspectos económicos, sociales y ambientales.