Hay dos tipos de personajes alrededor de la campaña de la senadora panista: los que influyen y los que quisieran influir. Los primeros, queda claro, no han estado a la altura de las exigencias del público que la respalda. Los segundos presumen que podrían corregir el rumbo, retomar el boom de su incursión en la contienda y mejorar la estrategia para tener un buen cierre en junio del próximo año.
Un ejemplo de esta división se dio apenas hace un par de semanas con el tema de las vocerías. Claudia Sheinbaum nombró a Gerardo Fernández Noroña y en el Frente Amplio por México les pareció prudente bailar al son que les estaban tocando en la otra banqueta. Quienes influyen sugirieron que Xóchitl también debía tener a un vocero. Quienes quisieran influir rechazaron la idea bajo la lógica de que no había mejor mensajera que ella misma.
Quienes influyen invitaron a Germán Martínez; él lo rechazó. Quienes quisieran influir sugirieron a Kenia López Rabadán. Si bien no estaban de acuerdo con la necesidad de crear el puesto de la vocería, consideraban que la también senadora panista era “el mejor antídoto contra Gerardo Fernández Noroña, una mujer de mente ágil, entrona, respondona”. No solo eso, destacaron que el petista-morenista ya tenía antecedentes de violencia política de género y que eso podría arrinconarlo en el frente a frente con ella. Quienes influyen tuvieron miedo. Dos específicamente: Claudio X. González y Santiago Creel. Ellos prefirieron invitar a Javier Lozano, exsecretario del Trabajo. Quienes quisieran influir dijeron que eso no era prudente. Sabemos cómo terminó esa historia.
Quienes influyen están sentados a la mesa repartiéndose los distritos electorales; en eso sí andan muy interesados. Quienes quisieran influir recomiendan que su experiencia en elecciones pasadas les dio un gran aprendizaje: para tener buenos números en el Congreso hay que tener un buen candidato de paraguas y meterle empuje en puntos como Veracruz, Jalisco y el Estado de México, que son claves por su nivel de representación.
Quienes influyen piensan que estar lejos de Xóchitl manda el mensaje positivo de que ella es una candidata ciudadana y que los partidos solo la respaldarán. Quienes quisieran influir piensan que desde hace semanas todos los involucrados tendrían que haber armado una encerrona de varios días para trazar una verdadera estrategia centrada en lo que le duele al país: hablar sobre seguridad, atraer a los arrepentidos, economía familiar y servicios de salud.
Stent:
Meterse con los grupos aeroportuarios del país no es provocar a los hombres del dinero de México que están arrodillados desde hace mucho tiempo, sino a los hombres del dinero del mundo, a los dueños de los grandes fondos que no dudarán en dar la batalla si es necesario.