En el Génesis de la Biblia nunca se menciona una manzana, como erróneamente marca la tradición. Cuando Dios habló del árbol prohibido para Adán y Eva en el paraíso, se refirió al “árbol de la ciencia del bien y del mal”. Luego, la serpiente tentó a Eva, ella probó el fruto y lo compartió con Adán. El resto es historia.
Lo mismo sucede con Adán Augusto López Hernández. Desconoció el árbol del bien y del mal, cayó en la tentación y hoy es un político en estado vegetal.
Durante el sexenio de López Obrador, el senador morenista, exgobernador de Tabasco, exsecretario de Gobernación, exitosísimo ganadero y aficionadísimo a la Champions, construyó una de las más grandes redes de empresarios y contratistas alrededor de un político en México. El hambre voraz por dinero y poder encendieron las alertas del mismo hombre que un día lo llamó “hermano”, pero prefirió apagarlas.
No sucedió así con la presidenta Sheinbaum que, además de enterarse cómo se refería en privado hacia ella, tiene perfectamente dibujado el esquema de operaciones y negocios. Hay informes de inteligencia en su escritorio y muchos de los enemigos, internos y externos, que el tabasqueño hizo en el camino se han acercado a sus oídos.
En una ocasión directa y en otra a través de emisarios, la presidenta Sheinbaum ya le planteó a Adán Augusto que deje el puesto, que decida quién se queda al frente de la bancada para respetarle sus garantías, pero él no quiere. Entre sus cercanos, Adán Augusto ha dicho que si pone un pie fuera su historia se acabó. No solo eso. Entre sus cercanos, Adán Augusto ha dicho que la oposición le ha demostrado más apoyo que varios de sus compañeros. Eso deja en claro dos cosas: que los rivales políticos son lambiscones que no solo se carcajean de la marca de la corbata de uno de ellos en el pleno y que internamente en Morena sí lo consideran una pesadísima carga para el movimiento.
Quienes se han acercado a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, para manifestarle las quejas y lo que saben sobre tabasqueño también cuentan, con las cejas levantadas, la sorpresa al escuchar su respuesta: “vayan y presenten las denuncias porque para él no habrá ningún tipo de contención”. Eso coincide con la negativa del saludo de beso en su comparecencia el martes de esta semana en el Senado, pero rompe con la idea de que la de San Luis Potosí es leal solo a Palenque. ¿O todo viene también con el visto bueno desde Palenque, y por eso el dicho del pato mayor tirándole a las escopetas?
A nivel estados, Adán Augusto ve cómo se le cierran las puertas una tras otra. En cuestión de días, varios gobernadores de Morena y de oposición han hecho las maniobras necesarias para desmarcarse de Fernando Padilla, el empresario cercano que tomó notoriedad por financiar la campaña anticipada de la otra cercanísima, Andrea Chávez, para el gobierno de Chihuahua, a través de las caravanas móviles de salud.
Muchos pecados tentaron a Adán y mordió la manzana.
Stent:
Suenan los primeros cambios en el gabinete, por los rumbos del SAT.
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