El día de mañana, el Dr. Leonardo Lomelí Vanegas tomará posesión como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para el periodo 2023-2027, tras ser electo por su Junta de Gobierno. Durante los últimos ocho años, el Dr. Lomelí se desempeñó como secretario general de la Universidad.
Sin duda, la elección es una buena noticia para la comunidad universitaria. Es un perfil que comparte la cultura, los principios y los valores de la institución, además de conocer de primera mano sus desafíos y oportunidades. Lomelí ha sido profesor universitario por prácticamente tres décadas; encabezó la Facultad de Economía durante cinco años. Y ha obtenido todos sus grados académicos en la máxima casa de estudios: es licenciado en economía y maestro y doctor en historia.
Su profundo conocimiento de la Universidad, junto con los años de experiencia que respaldan su trayectoria, son garantía de su capacidad para encabezar la institución de educación superior más importante del país. Y, al mismo tiempo, ofrecen certidumbre sobre su compromiso con la defensa de la autonomía universitaria en un momento crítico, caracterizado por la polarización social, el desmantelamiento institucional y la centralización del poder público.
Durante más de un siglo, la UNAM ha sido un bastión de la formación profesional, la investigación y la difusión de la cultura en México. Su autonomía, reconocida en 1929, es uno de los pilares fundamentales de la institución: le ha permitido forjar una identidad, preservar la libertad de cátedra, promover el pensamiento crítico, mantener su prestigio académico y contribuir al desarrollo nacional mediante el rigor en la investigación humanística, científica y tecnológica.
La Universidad ha establecido sus propias normas internas para regular sus políticas académicas y administrativas, creando un ambiente propicio para el desarrollo, la transferencia y la divulgación del conocimiento. La autonomía también ha sido crucial para garantizar el respeto a la pluralidad de pensamiento y la protección de los derechos de la comunidad universitaria.
Sin embargo, pese a estar reconocida en la ley y protegida por la Constitución, la autonomía es una conquista histórica que debe preservarse, defenderse y promoverse en todo momento. Y esa es una de las principales responsabilidades de quien ocupa la rectoría. De ahí la importancia de que sea una persona emanada de la Universidad, que la conozca bien y esté comprometida con su comunidad.
Cuando una institución es encabezada por alguien que no la conoce, no reconoce su valor o no comparte sus principios, su liderazgo pierde legitimidad y su capacidad se pone en duda. La ignorancia, la inexperiencia o la falta de compromiso se traducen fácilmente en malas decisiones –a veces desinformadas, a veces motivadas por propósitos ajenos a su función–, que no reflejan los valores compartidos por quienes integran la institución, ni sus aspiraciones.
En ese contexto, la UNAM es un ejemplo para todas las instituciones autónomas de nuestro país. Históricamente, sus líderes han contribuido al fortalecimiento de la institución gracias a su excelencia académica, a su talento incuestionable; pero, sobre todo, gracias a su compromiso con los valores universitarios. Tengo plena confianza en que el rector Lomelí Vanegas no será la excepción.
En un momento en que la autonomía universitaria está amenazada desde distintos frentes, la elección de un liderazgo capaz, experimentado y comprometido con la UNAM es digna de celebrarse. Enhorabuena, Dr. Leonardo Lomelí. Le deseo mucho éxito en la responsabilidad que está por comenzar. Finalmente, expreso mi reconocimiento al Dr. Enrique Graue, por su destacada labor como rector durante los últimos ocho años.
Senadora de la República