La escena del Buque Cuauhtémoc, con la gigantesca bandera de México ondeando por delante mientras chocaba contra el puente de Brooklyn, dio la vuelta en redes sociales. En los videos, los mástiles del barco se rompen en segundos al golpear contra el metal del puente. Varios tripulantes quedan colgando entre las luces que envolvían los mástiles. Otros caen al agua helada del río. La embarcación militar, a cargo de la Marina, contaba con 227 tripulantes a bordo; 22 resultados lesionados (11 gravemente) y 2 murieron tras el accidente.

Pero a pesar de la tragedia, cuyas causas aún no se aclaran, el incidente ha causado indignación entre muchas personas por los eventos que acontecieron. Horas antes, simpatizantes de Morena, subieron a cubierta y grabaron videos para hacer proselitismo a favor de candidatos/as del partido que “compiten” la elección del poder judicial. “Gracias doctora y paisanos, no olviden este primero de junio salir a votar por nuestros jueces y magistrados. Es muy necesaria la-el voto para que tengamos la mayoría y así ya ir saliendo poco a poco de este estancamiento que tenemos con los jueces corruptos. … Principalmente estamos con Lenia Batres que es la número 3… eh Cesar Mario Gutiérrez Priego con el número 49 y así posteriormente les vamos a ir dando los número y los nombres. Este primero de junio no olviden votar. ” En otro video, otra persona ondula una pequeña bandera desde la cubierta mientras dice a la cámara: “Buenas tardes desde el buque Cuauhtémoc aquí en NY. Tenemos la fortuna de tenerlo de visita. Y aquí una cordial invitación también a todos ustedes allá en México para que por favor este primero de junio salgan a votar. Te invito a que salgas a votar por Isaac de Paz. Viva México.”

Dejando de lado la violación legal que implica hacer proselitismo a favor de un partido en instalaciones militares, los eventos terminaron siendo una metáfora de la reforma judicial: el buque, alardeando el nacionalismo, arrastrado hacia el puente por una embarcación menor mientras vemos desde lejos que va a chocar y romperse; el costo humano y material absurdo. La diferencia quizás es que la reforma judicial no es accidental sino deliberada, “para que tengamos mayoría”.

Hay quienes desde otros espacios llaman también a participar en la elección. Nos dan información sobre cómo llenar cada una de las boletas, y de las candidaturas. A estas alturas, no creo que sea posible la participación responsable. La reforma implica el desmantelamiento de un poder constitucional y su debilitamiento como contrapeso al Ejecutivo y garante de los derechos fundamentales. A cada paso se ha violado la ley, atropellado el proceso de deliberación democrática y manipulado información. El uso del Estado para promover perfiles, los actos de campaña anticipados, han sido cotidianos. Cambiamos el proyecto de construir un Poder Judicial profesional (con facultades para detener a las autoridades que se excedan en sus competencias) por uno abiertamente partidista (sin posibilidad de limitar los atropellos desde el poder). No se trata de una reforma necesaria o una que arregle los problemas existentes, sino una que asegure un sistema de justicia al servicio del poder político en turno. Participar en la elección -con estos antecedentes- es como tirar los dados en la feria, sabiendo que están cargados. Ilusiona, quizás, pero sabemos que la casa es la que gana.

Doctora en Derecho. @cataperezcorrea

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