Gloria, una mujer de 75 años que reside en Berriozábal, Chiapas, se enfrenta a la dificultad de obtener efectivo para poder pagar sus gastos diarios. En Berriozábal, la mayoría de las tiendas de abarrotes no aceptan tarjeta, lo que la obliga a depender del efectivo. Gloria siempre espera a su hija Mariana para ir al cajero, ya que está lejos y se siente insegura de ir sola. Mariana, quien es doctora en una clínica municipal, se presiona mucho ante esta situación pues la mayoría de las veces no tiene tiempo suficiente para acompañar a su mamá y usa su hora de comida para ir con ella.
Situaciones como la anterior son más comunes de lo que pensamos y uno de los factores es la baja adopción de los pagos digitales en México. Los pagos digitales son transacciones financieras que se realizan a través de medios electrónicos o dispositivos móviles. En lugar de utilizar efectivo, cheques o tarjetas físicas, se utilizan plataformas digitales para transferir dinero de una cuenta a otra.
En México, 90% de las transacciones menores a 500 pesos se realizan en efectivo y 71% de la población se siente insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública. Además, los costos asociados con el acceso al efectivo ascienden a 2.3 mil millones de MXN al año (i.e. comisiones por retiro de efectivo o consulta de saldo) y el proceso de obtener efectivo consume 48 millones de horas anuales.
Estos números hacen evidente la necesidad de que los pagos digitales se vuelvan una prioridad para las autoridades y un tema de campaña tanto para Claudia Sheinbaum, candidata por la coalición Sigamos Haciendo Historia, Xóchitl Gálvez, del Frente Amplio por México y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano. El Banco de México (Banxico) ha sido pionero en poner a disponibilidad sistemas gratuitos de pago como SPEI (que este 2024 cumple 20 años), CoDi o Dimo (que operan bajo la infraestructura del SPEI). No obstante, estos aún no han sido adoptados de forma generalizada por los usuarios y los negocios, por lo que se mantiene el efectivo como principal medio de pago.
Opciones de política pública hay. Por ejemplo, se puede hacer obligatoria la adopción e implementación de DiMo para entidades con más de 500 mil clientes, así como establecer una fecha límite para que las entidades ofrezcan la herramienta. Por otro lado, también está la oportunidad de fijar y hacer efectivos estándares técnicos para la presentación y uso de DiMo en las aplicaciones y promover su uso como mecanismo de pago Persona-Negocio. Esto último es muy importante y se puede hacer a través del desarrollo de aplicaciones y funcionalidades que los negocios puedan integrar fácilmente a sus sitios web. Impulsar que más comercios y negocios puedan contar con la opción de pagos digitales o que la digitalización de servicios públicos continúe incrementándose, son acciones alcanzables con múltiples beneficios.
Ya existen casos de éxito en el mundo. En Brasil, la adopción generalizada de pagos digitales se dio de forma acelerada debido, al menos en parte, a que el Banco Central (Bacen) desempeñó un papel fundamental para establecer estándares y fechas límite obligatorias para que las instituciones financieras implementaran Pix, el sistema de pagos instantáneo brasileño. Esto generó una “carrera” por los usuarios que motivó la adopción de este mecanismo. También, promovió su uso como método de pago Persona-Negocio a través de ofrecer una fácil incorporación de Pix a los sistemas de las empresas de todo tamaño y flexibilidad para integrar servicios adicionales.
La transición hacia los pagos digitales representa una modernización del sistema financiero que genera ahorros millonarios, pero sobre todo, es una medida crucial para mejorar la seguridad y la eficiencia en las transacciones cotidianas de las familias mexicanas. Es importante que tanto el gobierno entrante como las instituciones financieras, en conjunto con todas las entidades financieras, impulsemos medidas concretas para promover la adopción masiva de soluciones digitales. Empecemos por DiMo.
Maestro en Políticas Públicas por la Universidad de Harvard, Director de Políticas Públicas de Nu México y Consejero de México Exponencial