Ante la terrible tragedia de la muerte de más de medio centenar de migrantes , me di a la tarea de buscar todo lo publicado al respecto de la indescifrable y dolorosa noticia. Lo sorprendente fue adentrarme en el mundo de las columnas de opinión donde infinidad de legisladoras y legisladores, tanto de la cámara alta como baja, destacaron su insoslayable “preocupación” y “condena”. Vaya necesidad de expresarse de esa manera tan insensible y despreocupada, supongo que no conocen los alcances de las labores que desempeñan frente a la sociedad de nuestro país. Trataré de explicar, con el mayor de los respetos, mi sentir al tomar nota de la pseudo indignación de algunas senadoras y senadores, sin olvidar las distintas manifestaciones de las diputadas y diputados por demás tristes, quienes deberían de conocer a conciencia la iniciativa conocida como Migralidad… migración/movilidad… movilidades inesperadas.

A la amable atención del Senador Ricardo Monreal,
El Comisionado Francisco Garduño
y el Subsecretario Alejandro Encinas.

 

No pretendo erigirme como un especialista en el tema migratorio, sin embargo sí soy un estudioso preocupado profundamente por el fenómeno, además de ser un actor social al que le interesa la problemática misma, ya que tuve el privilegio de fundar y encabezar algunas instituciones que apoyaron a nuestras hermanas y hermanos migrantes en nuestra región fronteriza de Tijuana, Baja California, y el resto del país. Menciono algunos números estremecedores, como suele ocurrir cuando hablamos del fenómeno, particularmente en la frontera norte de México. Les daré algunos datos de memoria para no engancharnos en cifras y para generar un contexto sensible. Tijuana es la ciudad más activa del mundo en materia migratoria, esto es inapelable.

No existe otra ciudad con cual compararla. Anualmente se dan más de 120 millones de cruces fronterizos entre California y Baja California. Esto significa: literalmente sacar y meter la población total de nuestro país hacia el vecino del norte en 365 días de forma ordenada, tranquila, respetuosa y fluida. Además de las más de mil almas, tan sólo en Tijuana, que son repatriadas o deportadas semanalmente desde hace más de dos décadas. Debido a esto, lo primero que aprendí y me sorprendió de forma colosal cuando fui electo regidor o concejal (como dicen en Europa), del XVI Ayuntamiento de Tijuana en 1998, fue tratar de entender, porque mi ciudad y su Honorable Cabildo (juro que así se le llamaba y llama a la fecha), no contaba con una Comisión de Asuntos Fronterizos, menos con una institución que atendiera a esta población vulnerable. Esto fue hace menos de un cuarto de siglo.

Cómo es posible esto, me dije con enorme preocupación, sobre todo cuando una vez que me puse a estudiar el fenómeno a conciencia, me di cuenta de que tampoco a nivel estatal existía en el congreso ningún órgano local que atendiera el tema y, con alguna honrosa excepción, ninguno de los estados de la frontera norte contaban con dicha Comisión. Obviamente tampoco existía en la frontera sur. Vaya oportunidad pensé y me di a la tarea de buscar dónde estaba el quid del asunto que no tarde en identificar.

Narro aquí la primera justificación y con esto el primer encuentro con mi maestro, de la gran docena que he conocido en el camino, José Ángel Pescador Osuna (ex secretario de Educación, ex Alcalde de Mazatlán, la tierra de mi padre, diputado federal dos veces; igualmente en dos ocasiones Cónsul general de México en Los Ángeles, California, en Estados Unidos, para muchos el mejor que hemos tenido). Así como un extenso listado ejemplar al frente de diversas instituciones: subsecretario de Población, Migración y asuntos Religiosos en la poderosa Secretaria de Gobernación, con el licenciado Francisco Labastida Ochoa , a punto de ser candidato presidencial.

En nuestro primer encuentro en su oficina en Bucareli, a finales del siglo pasado, el maestro Pescador Osuna, me trató de explicar, casi ordenar, no sin antes confrontarnos en varias ocasiones; que no me metiera en este tema, que no era materia municipal, que correspondía única y exclusivamente a la federación su atención, resolución y particularmente su discusión. Que no debía insistir porque empezaba a darle problemas con sus contrapartes estadounidenses, debido a mis manifestaciones y reclamos. Sobre todo cada vez que la patrulla fronteriza era responsable de la muerte de un migrante en pleno auge del operativo “Guardián”, nunca suficientemente vilipendiado. Que costó miles de vidas por la forma tan insensible como inútil de sus procederes en el ejercicio de mitigación en contra de los migrantes.

Así, y después de varios encuentros y discusiones frontales, don José Ángel logró de forma implosiva, lo explico sucintamente: la creación y el nacimiento de la Comisión de Asuntos Fronterizos y Migratorios del Municipio, así como la instalación del Consejo Municipal de Atención al Migrante del Ayuntamiento de Tijuana , en el mes de diciembre de ese inolvidable e irrepetible 1998. Quien esto escribe fui, presidente fundador de ambos organismos.

Vale la pena confesar que aquello apenas sirvió para que identificáramos la punta del Iceberg del fenómeno que intentábamos atender. A partir de esto, debo decirlo con bastante orgullo, tuve la fortuna de conocer a una docena de maestros a quienes mencionaré en otro momento, que me enseñaron, hasta la fecha lo siguen haciendo, desde sus infinitas trincheras los procederes necesarios para atender con éxito y eficacia los asuntos migratorios . Me basta decir que: don José Ángel es un servidor público “todo terreno” y brillante, que me sigue educando con su generosidad y con su ejemplar desempeño al acercarse pronto a los 90 años de edad. Es un hombre al que nunca olvidaré por sus constantes visitas a mi tierra, por su cálida recepción siempre abierta en Bucareli.

Otro de los grandes maestros que me iluminó con su conocimiento, fue el inmortal doctor Jorge Agustín Bustamante Fernández . Él me recibió en el invierno del 98, más con un cierto grado de curiosidad humanista, pienso, que científica; el maestro era el erudito por antonomasia en la materia, marcaba la pauta, se adelantaba a su tiempo dando cátedra y clases magistrales. Fue él quien me orientó como nadie, me guío como el mejor y nunca dejó de hacerlo de forma seria, pero cariñosa. Paciente con mis inquietudes y, a veces, creo haberlo sorprendido con algunas de mis propuestas. Gracias a su brillante dirección, sobre todo a su visión de largo alcance, logramos grandes cosas y acciones en materia migratoria, inspiradas por su mano como padre fundador de, nada más que: el Colegio de la Frontera Norte, el Programa Paisano y los Grupos Beta, por citar algunos de sus miles de logros. Sin mencionar, que fue galardonado con infinidad de reconocimientos y premios en materia migratoria universal.

Así, cuando un puñado de ilusionados soñadores logramos, en 2011, bajo el liderazgo del doctor Bustamante Fernández, formalizar la Reforma Constitucional que da personalidad legal y jurídica a los migrantes mexicanos en tránsito, no sólo fue un logro en nuestro país sino un triunfo de grandes proporciones para la humanidad, lo asevero con el corazón en la mano, sin exagerar. Un gran salto para la humanidad, parafraseando a Neil Armstrong. Y quiero decirles a nuestros gobernantes, desde esta tribuna pública donde ellos también navegan que: nuestro contexto y destino histórico estará marcado por las grandes migraciones. Así pues, es tiempo de sacar la cabeza del fondo de la arena política y poner manos a la obra, porque el fenómeno no sólo toca a nuestras puertas, las ha derribado ¡ya! Me despido citando a Franklin D. Roosevelt: “Recordemos, siempre recordemos que, todos nosotros y tú, específicamente, descendemos de migrantes y revolucionarios”… somos patria y rostro múltiple de culturas… no pensarlo es no tener cultura….

Hasta siempre, buen fin.

Añoranzas:

Navidad Feliz.

Desde niños, nuestros padres nos enseñaron, que la navidad es particularmente para los niños. Precisamente para hacerlos felices, para ser con ellos felices. En este mágico invierno del 2021, les deseo a todos los niños de corazón, que el creador del universo los llene de felicidad. Los abrazo: parejas, padres, hermanos, hijos, nietos, amigos, todos son, somos todos seres amados del mismo Dios. Feliz Navidad.

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