De los últimos siete Presidentes de la República, con el único que jamás he cruzado palabra es con el Licenciado Carlos Salinas de Gortari, y no por falta de oportunidades, al final en la AÑORANZA, trataré de explicar el porqué. Compadre de mi querido Suegro Don Valeriano Martínez, Padrino de mi amada esposa GEMY, íntimo amigo de mi Papá, de la mayor confianza, puesto que invariablemente le manejó las finanzas, de mi “carnal”, mi idolatrado Tío Don Gerardo Mora, al que todos los días le mando bendiciones. Eso y más fue para nuestras familias, el Señor Licenciado Xicoténcatl Leyva Mortera, Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano llamado BAJA CALIFORNIA. Infinidad de ocasiones compartimos mesa, alimento y sobre todo trago, haciendo memoria para esta entrega solo narraré algunas, donde invariablemente recibía lecciones de historia, de política, pero sobre todo de vida, va la primera. Mi Papá, que es extraordinariamente sólido, ese día parecía un poco nervioso, o quizá ansioso, que no es, ni nunca fue su estilo, pero nadie lo conoce más que yo, con excepción de mi Santa Madre, y puedo asegurar que estaba cuando menos un poco tenso y no era para menos, el invitado de honor a la carne asada casera, era el Señor Gobernador del Estado, el Licenciado Leyva Mortera, que llegó tan campante como sonriente con su sombrero de 5 “X” marca “STETSON”, además, por supuesto con una botella de tequila en la mano. Al recibirlo en la entrada me percaté que además del chofer, venía en el vehículo, el querido Licenciado Federico Valdez Martínez, por cierto, primo hermano de mi Suegro, solo pude saludarlo de lejos, acompañando en el acto al Gobernador al jardín de la casa de mis Padres, decorado para la ocasión, donde ya había llegado uno de los convidados, el igualmente querido Licenciado Don Carlos Trujillo Altamirano. Por cierto, eran los
primeros meses de 1986, a escasos días de darse a conocer el nombre del candidato a la presidencia municipal de Tijuana, algún publicista de la época había ideado el slogan de “Tijuana se escribe con T”, en franca alusión al entonces Presidente del Tribunal de Justicia Estatal, compadre del Gobernador, al igual que su Secretario Particular, el Licenciado Valdez, quien también “sonaba” para el cargo. Le comenté a mi Papá que Don Federico estaba afuera, quien me contestó mirando a Don Xicoténcatl, “Invítalo a pasar, y así tenemos a los dos precandidatos, o no Compadre”, dirigiéndose al Gobernador, más afirmando, que preguntando, que solo atinó a soltar una sonora carcajada. Sin embargo esa no fue la primera vez que compartimos mesa, alimento y trago, muchos tragos, la primera fue inolvidable, al igual que la última. El día 6 de octubre de 1984, se celebró la boda del año en el rancho de la Familia Leyva Borja, preciosa propiedad enclavada en las inmediaciones del bello Municipio de Tecate, los contrayentes la agraciada Señorita Erendira Leyva Borja y el novio el Señor Jorge Lazo de la Vega. Unos meses antes, en pleno verano de mayo de forma totalmente inesperada, entró Don Federico Valdez, al negocio que aún tiene y mantiene mi Papá en plena Avenida Revolución llamado “MARCO, S.A”, donde se fabrican los muebles y puertas más hermosas de la Ciudad. Gritando, sonriendo invariablemente como hablaba “golpeado”, me dijo, acribillándome verbalmente “Vámonos al Rancho de mi Compadre Xico, que nos está esperando, hay que pasar antes a la panadería de Tecate por bolillos, jamón y tequila, necesita que le arregles varias cosas de madera, porque habrá casorio pronto”, era realmente muy simpático, ya en la Gloria del Señor, al igual que la novia Erendira. La boda fue realmente majestuosa, casi tan esplendorosa como las tortas de jamón, el tequila y la invaluable, anecdótica además de la rica charla como inevitablemente sucedía. Las últimas tres reuniones, comidas, parrandas resultan inolvidables e irrepetibles por la triste partida del Licenciado Leyva el pasado 30 de septiembre del año 2021, con 81 años muy bien vividos, gozados e ilustrados plenamente, a través de sus distintos cargos, al igual que sus libros, concluyo esta respetuosa entrega en honor a la familia en recuerdo de tantas
anécdotas personales vividas. Para finalizar vayamos a los tres últimos encuentros, al unísono. El antepenúltimo y el penúltimo fueron en pleno C19, en los años 2020 y 2021, ambos en la misma fecha, la primera semana de abril, cuando incondicionalmente festejaba en todo lo alto su onomástico, obviamente en el rancho mencionado líneas arriba, rodeado del cariño de tantas y tantos amigos que hoy le extrañan y tanto le debían, se veía fuerte, entero, feliz, pleno, realizado. Termino con nuestro encuentro final que se llevó a cabo en el Restaurante Grill, el mejor de Tijuana, un año antes de su partida, francamente resultó una velada memorable, en compañía de dos entrañables amigos: los Licenciados Pedro Ochoa Palacio (Compadre Querido) y Xavier Ibañez Veramendi (Primo Querido), el Señor Licenciado Don Xicoténcatl Leyva Mortera estuvo tan magistral, como genial, así lo recordaré hasta la posteridad, enviándole un fuerte y sentido abrazo, a donde quiera que se encuentre.
Añoranzas:
Apunté al inicio que he tenido el monumental privilegio de haber tratado a los últimos siete Presidentes de México, con la honrosa excepción del Licenciado Carlos Salinas de Gortari, no me nace hacerlo, aunque a mí no me toque juzgarlo, no me corresponde, no es mi papel, ni mucho menos la intención, para eso está la historia y quienes la escriben con pulcritud como eruditos, pero creo sinceramente que con Baja California no fue justo, cortes, ni respetuoso, así de sencillo..... Con todo respeto.
Hasta siempre, buen fin.