Cada día se acumulan más evidencias de que Dos Bocas, la refinería que no refina, va a seguir cargando muchos años con ese apodo. Cada vez hay más pruebas de que el presidente AMLO ha estado enredándose con mentiras sobre el costo y la viabilidad de la refinería. Cada vez hay más pruebas de que Dos Bocas está muy lejos de alcanzar su objetivo. Hoy le presento una prueba más: el suministro de electricidad que se requiere para echar a andar Dos Bocas como Dios manda, no estará listo antes de junio de 2024. Se reconoce en documentos oficiales que, desde luego, López Obrador esconde en la mañanera.

Se trata del permiso para la Generación de Energía Eléctrica a Pemex Transformación Industrial para la central de la Refinería en Dos Bocas. Se otorgó el 29 de junio de este año y está publicado en la base de datos de la Comisión Reguladora de Energía. Es el permiso E/2268/GEN/2022, que representa una inversión del presupuesto público estimada en 325 millones de dólares que se siguen sumando al barril sin fondo que ha requerido la refinería.

Este permiso alerta explícitamente que la entrada en operación de la central eléctrica será el 5 de junio de 2024. Pero el presidente prometió que se estaría procesando el primer barril de petróleo en Dos Bocas en el 2022, luego le agregó 6 meses y dijo que en 2023… ¿cómo lo va a lograr si no va a tener luz hasta junio del 2024?

Y junio del 2024 asumiendo que una planta de esas características se pueda realmente construir en tiempo y forma en poco más de un año. Me dicen mis fuentes que eso es casi imposible: la central eléctrica estará integrada por 3 turbinas de gas y una de vapor, con una capacidad total de generación de hasta 341 Megawatts, una producción estimada anual de energía eléctrica de 2,287 GWh y un consumo anual estimado de 562.335 millones de m3 de gas natural.

¿Entonces cómo lo va a hacer López Obrador? Una opción es que termine aceptando que su refinería no va a refinar durante su sexenio. La otra, que no se puede descartar considerando el historial de la actual administración, es que utilicen un bypass, es decir, un “diablito” para echarla a andar, sí, como los que usan quienes se roban la luz. Pero considerando que se trata de una refinería, tendría que ser un “diablito” de dimensiones colosales, que incluso pondría en riesgo de apagones a varios municipios de Tabasco o causar un accidente indeseable.

Ojalá el presidente escoja la opción responsable. Sí. Ya sé.

SACIAMORBOS.

Lo curioso es que, de todos los pendientes para echar a andar Dos Bocas, el de la luz no es el más grave. Les falta mucha infraestructura todavía. No están listos ni se previeron los suficientes ductos para el suministro de crudo.

historiasreportero@gmail.com

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