Desde que inició el sexenio de Claudia Sheinbaum se ha querido impulsar una narrativa en cuestión de seguridad: están bajando los asesinatos. Se habla de detenciones, de confiscación de drogas, de reducción de algunos delitos, pero en nada se hace más énfasis que en los homicidios dolosos. En el mar de cifras de seguridad que presentan cada dos semanas en la conferencia mañanera de seguridad exhiben en primerísimo lugar la reducción en los homicidios dolosos. Es lo que más repite la doctora Sheinbaum. Es la medalla que presume.
El pasado martes presumieron tres cifras:
1.- En lo que va de este sexenio (comparando el último mes del sexenio pasado que fue septiembre de 2024, con el mes más reciente mes del actual sexenio que fue febrero de 2025) el promedio diario de homicidios dolosos se redujo un 15%.
2.- Que en seis años, de febrero de 2019 a febrero a 2025, el promedio diario de homicidios dolosos se redujo 26%.
3.- Que comparando el último año sin 4T (2018) con el actual 2025, ya con Sheinbaum, el promedio diario de homicidios dolosos se redujo un 25%.
De lo que no habían dicho absolutamente nada es de las desapariciones. Durante casi seis meses de gobierno, la presidenta logró desaparecer el tema de las desapariciones. No por nada: los datos oficiales marcan un fracaso estrepitoso.
La presidenta ya no pudo esconderlo más. La realidad se impuso, como siempre. El hallazgo del rancho de exterminio en Jalisco la obligó a abordar el tema que llevaba toda su administración evadiendo. A regañadientes la presidenta dijo que en la próxima mañanera de seguridad explicarán el tema (está agendada para el martes 25 de marzo).
En estas Historias de Reportero hemos recogido las denuncias sobre cómo se han disparado los números oficiales de “personas desaparecidas no localizadas” (así se llama científicamente el rubro) y nos hemos ido a revisar los datos que no se dicen en la mañanera, pero que están publicados en la página de la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación (https://versionpublicarnpdno.segob.gob.mx/). En esa base de datos oficial, obtuvimos la respuesta a las mismas tres cifras que tanto ha presumido el gobierno en su narrativa de seguridad:
1.- En lo que va de este sexenio, en efecto, el promedio diario de homicidios dolosos se redujo un 15%, pero ese promedio diario en las desapariciones subió 11%.
2.- Que en seis años, de febrero de 2019 a febrero a 2025, en efecto el promedio diario de homicidios dolosos se redujo 26%, pero las desapariciones aumentaron 85%.
3.- Que comparando el último año sin 4T (2018) con el actual 2025, en efecto el promedio diario de homicidios dolosos se redujo un 25%, pero las personas desaparecidas no localizadas crecieron 128% su promedio diario.
A la presidenta no le gusta que se señale esto. Parece acostumbrada a un grueso de la prensa que acata dócilmente su versión de la realidad, sin siquiera contrastarla con los datos del propio gobierno. El viernes dijo que yo mentía porque yo decía que había más desaparecidos que muertos. No es cierto. Lo que yo he expuesto es que las desapariciones han aumentado más que los homicidios.
Lo peor es que otra vez se sale del centro de atención lo que es más importante: los familiares que tanto sufren por esto. Las mamás, papás, hermanas y hermanos que están desesperados por saber dónde están sus seres queridos y, sobre todo, el atender el problema de fondo para que no sea una constante en la vida de nuestro país.